domingo, 27 de febrero de 2011

Libro IV, Capítulo 130 (10 de 10)

Esa noche encierran a la mujer con su esposo en al jaula. Al día siguiente, Amadís ordena que liberen al matrimonio. Los hijos de Ysanjo escoltan a la pareja. Abandonan la Ínsula Firme y los custodian hasta Valderín, donde los liberan definitivamente. Antes de que se vayan, Arcaláus les da un mensaje para Amadís:"Solo se meten en jaulas a animales salvajes y no a caballeros. Me vengaré de esta humillación y de nada te valdrá la ayuda de esa puta Urganda".
Entretanto han llegado a la ínsula Firme Darioleta y su familia con su flamante yerno Bravor y son recibidos con alegría.
Retrocedamos en el tiempo para ver lo ocurrido a Balán. A los quince días de la partida de Amadís y Grasandor, Balán ya estaba recuperado y pudo abandonar el lecho. Dio joyas y un barco a Darioleta que partió con su familia y Bravor hacia la Ínsula Firme. Balán reunió una pequeña flota bien aparejada y partió hacia el reino Arábigo. Tras diez días de navegación arribó a Licrea, pequeño puerto arábigo. Allí supo que Galvanes y Galaor tenían sitiada la ciudad de Arabia. Desembarcó su ejército y marcharon a reunirse con los sitiadores. Galaor y Galvanes, al conocer su llegada, salen a recibirlo. Ya conocían lo pasado con Amadís por mediación de Gandalín. Aunque el señorío de Galaor, flamante rey de Sobradisa, es mayor que el de Galvanes, aquel le permite cabalgar por delante en deferencia a su edad, su linaje y su buena condición. Llega Balán y se dirige a Galvanes, a quien no conoce. Le pregunta si es Galaor. Galvanes le dice que no y se presenta. Balán le abraza emocionado (recordemos que están emparentados politicamente gracias a las dos Madasimas). Galaor llega riendo y le dice que es a él a quien busca. Balán lo reconoce pues es muy parecido a Amadís, aunque Galaor es un poco más alto y Amadís algo más espeso(?). Los tres se abrazan y van juntos al real. Galvanes acomoda a Balán en su propia tienda.

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