viernes, 18 de febrero de 2011

Libro IV, Capítulo 130 (1 de 10)

Amadís y Grasandor descansan unos días en la Ínsula de la Torre Bermeja en amistosa compañía. Amadís siempre con la mente puesta en su amada Oriana...[aquí viene una pequeña disgresión sobre los amores verdaderos y honestos]
Ambos salen a dar su habitual paseo matutino y llegan a una alta peña. Desde allí ven arribar una nao al puerto. Piden informe sobre ella. Les dicen que se trata del mayordomo de Madasima. Viene de estar con Galaor y Galvanes. Amadís, ansioso por tener noticias de su hermano, baja rápidamente a recibirlo. El mayordomo se llama Nolfón. Se sorprende mucho de encontrar a Amadlis en la Ínsula de la Torre Bermeja, porque conocía de su enemistad con Balán (es de todos conocido que Amadís mató a su padre). Nolfón le pregunta como es posible que esté en este lugar tan plácidamente. Amadís le dice que ya le contará pero antes quiere saber como les va a Galaor y Galvanes. Nolfón le cuenta como Galaor y Dragonís reclutaron gente de Sobradisa mientras Galvanes lo hacía en la ínsula Mongaza. Acordaron reunirse en un islote llamado la Peña de la Doncella Encantadora. Amadís ya conocía esta isla por Gavarte del Val Temeroso, que había pasado junto a ella. Gavarte, en aquel tiempo, estaba enfermo y su estado le impidió visitarla, pero le contaron que está llena de prodigios y los que la probaron "fallecían de la acabar"(?).
Nolfón le cuenta que en esa isla vivía una doncella, señora de la peña, ducha en artes mágicas y de nigromancia. En ella moraba, rica y hermosa. Durante muchos años la isla era frecuentada por numerosas embarcaciones que hacían el trayecto desde Irlanda, Noruega y Sobradisa hasta las Ínsulas de las Landas y la Profunda Ínsula. La doncella, gracias a sus mágicos poderes, retenía todos estos barcos con encantamientos. Tomaba cuanto le apetecía de lo que transportaban y retenía cuanto quería a los caballeros que en ellos viajaban. Para entretenerse les obligaba a luchar entre ellos, forzándoles en ocasiones a morir en el combate.

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