lunes, 22 de febrero de 2010

Libro III, Capítulo 69 ( 5 de 5)

Galaor y sus compañeros buscan un puerto para embarcar hacia la Gaula. Al tercer día llegan a un castillo y piden albergue. Es el castillo de Ambades, primo de Arcaláus. Ambades reconoce a Dinarda. Ésta, en cuatro palabras, le pone al tanto de la situación, pero le encarece que no ataque a Galaor: le recuerda con que facilidad despachó a los siete caballeros de su tío. Ambades finge hospitalidad. Acuerda con Dinarda que al día siguiente, cuando reanuden la marcha, ellas se retrasarán y en cuanto Galaor y Norandel salgan del castillo, cerrarán las puertas y ellas quedarán a salvo dentro. Así ocurre: al día siguiente, Galaor y Norandel se despiden montan en sus caballos y salen del castillo. Las doncellas se quedan atrás. Ambades aprovecha para subir el puente levadizo y los deja con tres palmos de narices. Galaor reclama a las doncellas, pero Dinarda desde lo alto del muro le reitera su odio a Amadís, extensivo a su hermano. Le espeta que si se le ha entregado ha sido por miedo. Norandel llama a la otra doncella que le contesta que solo sigue las ordenes d su señora. Norandel reta a Ambades con el objetivo de recuperar a las doncellas. Pero el primo de Arcaláus desprecia el reto y los hace huir con una andanada de flechas. Galaor y Norandel prosiguen solos su viaje. Llegan al puerto de Alfial donde embarcan para la Gaula. Llegan sin novedad. Desde la costa ya le esperan Amadís y Florestán que lo han reconocido en la distancia. Hay alegría mutua por el reencuentro. Florestán presenta a Norandel y a Amadís. Acompañan a los recién llegados ante Perión. Amadís está preparado para salir en busca de aventuras. Galaor le dice que gustoso le acompañaría pero que una misión le retiene. Cuando le preguntan por ella, responde que es la de encontrar a los tres misteriosos caballeros de las sierpes, artífices de la victoria sobre los Siete Reyes. En un aparte, Amadís les dice a Florestán y Perión que le cuenten la verdad a Galaor solo después de su partida para evitarle trabajos innecesarios. Esa noche hubo fiesta y risas. A la mañana siguiente tras la misa matinal, Amadís parte acompañado de Gandalín y el enano. Florestán le pide acompañarlo, pero Amadís no se lo permite: quiere ir solo para pensar mejor en su amada Oriana y porque piensa exponerse a situaciones tan extremas y peligrosas que solo la gloria o la muerte le espera. Se despide y marcha. Cuando ya le han perdido de vista, Perión le desvela a Galaor la verdadera identidad de los caballeros de las sierpes. Norandel le pide los yelmos y las armas. Perión se los da. Galaor y Norandel cuentan su aventura con Arcaláus y Ambades. Tras unos días regresan a la Gran Bretaña.

domingo, 21 de febrero de 2010

Libro III, Capítulo 69 (4 de 5)

Mientras Norandel y Galaor descansan, llega un escudero que les cuenta que en un edificio cercano se han refugiado las doncellas que acompañaban a Granfiles (Arcaláus, en realidad). Se acercan a la torre y las llaman a voces. Ellas se asoman y les piden ayuda para salir del edificio. Galaor se encarga de Dinarda, que viste una saya escarlata y una capa de jamete blanco. A Galaor, la doncella le parece un bellezón. Norandel ayuda a la otra. Todos juntos se acomodan junto a una fuente comiendo y bebiendo las viandas encontradas en las alforjas de Granfiles-Arcaláus. Tras la cena Galaor se lleva a Dinarda tras los matorrales. Ella lo ha reconocido y se le muestra receptiva por si cambian las tornas y puede servirle de aliado. Él quiere ligar y ella se deja. Esa noche Galaor hace una nueva muesca en el pomo de su espada en su particular ranking sexual. Norandel intenta lo mismo con la otra doncella, pero ella es más reticente y se excusa diciendo que sin el permiso de su ama Dinarda, ella no hace guarreridas sexuales. Norandel conoce la historia de Dinarda, sabe quienes son su padre y su tío y que su objetivo en la vida es vengar la muerte de su padre. Después de mucho "cabalgar" vuelven Galaor y Dinarda. Él viene alegre y satisfecho, ella mohína y taciturna. En un aparte, Norandel le desvela la identidad de su amante. Galaor, que se ha prendado de Dinarda, decide reunir a Amadís con ella y conseguir el perdón para su hermano. Dinarda habla con su doncella y se entera con gran pesar de que su identidad ha sido desvelada. Le ordena a su doncella que acceda a las pretensiones de Norandel para tener a ambos caballeros contentos y ganar su favor. Por la noche ambos caballeros tienen a sus damas receptivas y dispuestas. Buscan lechos discretos donde amarse. Galaor le pregunta por el nombre del caballero que los quería matar. Galaor se refiere al primer caballero que ha derribado y matado. Dinarda cree que se está refiriendo a su tío y le responde que se llama Arcaláus. Galaor cae en la cuenta de que Arcaláus le ha engañado y ha escapado. Dinarda, en su fuero interno se alegra de que su tío escapara, pero cara a Galaor se muestra cariñosa y muy enamorada. Al día siguiente continúan viaje hacia la Gaula. Arcaláus se refugia en otro de sus castillos donde, hirviendo de odio, se cura de sus heridas y maquina su venganza.

sábado, 20 de febrero de 2010

Libro III, Capítulo 69 (3 de 5)

Ya en el barco, cuando se quitan las armaduras, la dueña reconoce a Perión y se postra ante él. Le pregunta por Amadís y Perión se lo presenta. La dueña, de nuevo se postra, esta vez ante Amadís. Le confiesa que es Darioleta, la doncella que lo arrojó al mar cuando era un bebé y le pide su perdón. Amadís sabe que cumplía los deseos de su madre y la perdona.
Continúan su viaje hacia la Gaula.
Arcaláus queda encerrado en su torre, desnudo y rodeado de llamas. Aguanta como puede hasta que pueden entrar y socorrerle, pasados tres días. Lo encuentran medio muerto, con síntomas de asfixia. Lo sacan al exterior donde poco a poco se recupera para descubrir las ruinas de su castillo. Promete vengarse de los tres caballeros y matar en el acto a cualquier caballero de Lisuarte que caiga en su poder. Descansa durante cuatro días, reponiéndose de sus achaques. Luego parte escoltado por siete de sus caballeros. Al poco de iniciado el viaje se topan con dos caballeros de Lisuarte. Arcaláus envía a sus siete hombres para acabar con ellos. En el primer encuentro mueren dos caballeros de Arcaláus. Los otros cinco rompen lanzas y siguen la lucha a espada. Los dos caballeros de Lisuarte matan a tres enemigos más. Los dos restantes huyen en desbandada hacia el bosque. Los caballeros de Lisuarte son Galaor y Norandel. Se acercan al lugar donde está Arcaláus y sus sirvientes. Los criados huyen cobardemente y abandonan a Arcaláus y Dinarda. Galaor le dice que su deseo es matarlo de inmediato, pero se va a contener y lo enviará ante Grumedán para ser juzgado. Arcaláus arteramente, cambia su semblante fingiendo gran alegría. Les cuenta que es primo de Grumedán y que ha sufrido grandes desventuras. Galaor y Norandel aceptan escuchar su historia: "Paseaba por el Bosque de la Laguna Negra, cuando una dueña se me presentó. Me pidió ayuda en un conflicto que tenía. La acompañé y solucioné su problema ante el conde Guncestre. Satisfecho del deber cumplido, regresé a mi castillo. Me topé con aquel caballero que habéis matado que me apresó con intención de arrebatarme mi castillo. Me tuvo encerrado durante 1 año hasta que cedí a sus pretensiones de apoderarse de mi castillo. Tanto tiempo de cautiverio me dejó tan débil que, como veis, solo en andas puedo desplazarme. Íbamos para formalizar la transferencia de la propiedad. Mi intención era, en cuanto pudiese, dirigirme a mi primo Grumedán o al rey Lisuarte para pedir justicia. Si para ellos no fuera posible, me dirigiría a Amadís o a su hermano Galaor para pedirles ayuda. Pero todo eso ya no es necesario, ya que vosotros me habéis vengado cumplidamente." Los cándidos Galaor y Norandel le creen a pies juntillas. Le preguntan su nombre. Arcaláus les dice que se llama Granfiles (verdadero primo de Grumedán, a quien Galaor conoce de oídas). Galaor y Norandel también se presentan. Arcaláus se despide con insincero agradecimiento y se va. Galaor y Norandel acampan.

viernes, 19 de febrero de 2010

Libro III, Capítulo 69 (2 de 5)

Perión habla de la cruel paradoja de encontrarse ahí después de haber escapado de una fiera batalla donde podrían haber muerto, para caer en el engaño de una doncella flaca y muda. Pero tiene la esperanza de salir de ahí. Estas palabras animan a sus hijos. Pasan el día sin comer ni beber. Tras la cena, Arcaláus se vuelve a asomar con Dinarda y dos ancianos. Les dice que no piensa darles de comer y que ha capturado a los escuderos y al enano. Piensa torturarlos hasta que desvelen la identidad de los tres caballeros. Padre e hijo conocen así la noticia de la captura de Gandalín, Ardian y de Orfeo, el repostero real. Amadís intenta disculpar su ayuda a Lisuarte recordándole que el hombre a quien más odia el rey Lisuarte es Amadís. Dinarda le aconseja que no los mate de hambre antes de decidir su destino. Arcaláus les da de comer una empanada de tocino y para beber, agua y vino.
Gandalín, Ardián y Orfeo son encerrados junto a otro caballero, su esposa y su hijo, que ya llevan más de un año de encierro. Les informan que los tres caballeros también han caído presos y están encerrados en el castillo. Resulta que la estancia donde están encerrados está situada justo debajo de la cámara donde están retenidos los tres caballeros, y que el mecanismo que hace subir y bajar la habitación se encuentra a su alcance. Gandalín, Orfeo y los dos prisioneros unen sus fuerzas y consiguen mover una palanca que hace que la habitación-trampa comience a subir. Perión se da cuenta de que el cuarto se mueve y avisa a sus hijos. Los tres se arman y cuando llega a arriba, derriban la puerta y salen al castillo donde luchan con bravura y lanzan estentóreos gritos. Arcaláus los oye y temiendo una traición huye hacia una torre casi desnudo. Retira la escalera movediza y mira por la ventana. Se da cuenta de que son solo los tres caballeros que han escapado, pero que acaban rápidamente con la resistencia de los soldados de Arcaláus. Gandalín, Orefeo y Ardán gritan pidiendo auxilio. Amadís reconoce sus voces y los libera. Encuentran sus caballos y otros que dan al caballero prisionero y a su familia. Salen del castillo, pero antes le prenden fuego. Se mofan de Arcaláus que ha quedado encerrado en su propia torre. Embarcan en su galera.

domingo, 14 de febrero de 2010

Libro III, Capítulo 69 (1 de 5)

Los tres caballeros descansan unos días en el bosque antes de retornar a la Gaula. Embarcan pero se levanta un fuerte viento que los desvía de su ruta. Intentan volver a las costas de Gran Bretaña pero se extravían a causa de la tormenta. A los cinco días llegan a una isla dominada por una gran montaña. Desembarcan a la espera de que amaine la tormenta y para abastecerse de agua potable. Deciden explorar la isla. Salen los tres acompañados de sendos escuderos. Gandalín se queda guardando el barco. Avanzan por un valle hasta llegar a un llano donde se topan con una doncella ricamente vestida junto a una fuente. Está acompañada de otras dos doncellas y dos escuderos. Están de caza y llevan halcones y canes. Ella les reconoce por sus armas como los "3 caballeros de las sierpes" y les saluda con alegría pero solo por señas, ya que es muda. Responden a su saludo. A pesar de su mudez les parece una mujer muy hermosa. La doncella abraza a Amadís e invita a los tres a su castillo. Cuando llegan, descubren que es un espléndido edificio. Allí son atendidos obsequiosamente por dueñas y doncellas. Los alojan en una rica cámara de 20 codos de alto (unos 9 ó 10 metros), los cubren con preciosos mantos, les dan de cenar, escuchan música, ven juegos de luces y a dormir. Se acuestan cada uno en su cama con sus armas junto a ellos. Duermen plácidamente... Pero todo es una trampa: la habitación tiene un mecanismo que accionado por una palanca hace que la cámara entera descienda hasta un foso de veinte codos. [Aquí viene un poco de reflexión filosófica: la hermosa doncella muda es como ese mundo hermoso que nos lisonjea, hace que nos relajemos y cuando nos queremos dar cuenta ya estamos en lo hondo de un pozo]
Despiertan los tres caballeros. Todo está a oscuras. Cogen sus armas y a tientas exploran la habitación. Tras puertas y ventanas solo palpan muro. Oyen ruido arriba y comprenden que han caído en una trampa. Se abre una ventana en lo alto y aparece un robusto caballero, de rostro temible, pelo cano, vestido de luto y con una manopla de paño blanco en su mano derecha. Se les presenta como Arcaláus el Encantador. Les anuncia que están a su merced y que nada bueno les espera. Su intención es vengarse en ellos por el que le cortó la mano. Una doncella señala a Amadís como el caballero del yelmo dorado. Es la doncella muda que ya habla. Se llama Dinarda y es hija de Ardán Canileo. Es malvada y odia a Amadís. Se hace pasar por muda como estrategia para cumplir su misión. Arcaláus les dice que les cortará la cabeza y se las enviará al rey Arábigo en compensación por la derrota porque ellos han sido factor fundamental en la misma. Cierra la ventana y la cámara queda a oscuras.

jueves, 11 de febrero de 2010

Glosario: Letra G (la que tiene más entradas)

Gadanza: (cap 64) Sobrina de Brocadán. Amante de Sarquiles.
Gajaste, Duquesa de: (cap 74) Hermana del Emperador de Constantinopla y madre de Gastiles.
Gala (o Galeota): (cap 129) Nombre (deducido) de la hija de Darioleta y esposa de Bravor.

Galaín:(cap 8) Duque de Normandía. Aliado de Abiés.
Galaor: Hermano de Amadís. Hijo de Perión y Elisena.
Galdán de Rascuil:(cap 8) (o Galdar) Caballero de Lisuarte.
Galdenda:(cap 33) Castillo.

Galeote: (cap 129) Hijo de Bravor y de la hija de Darioleta.

Galeote el Brun:(cap 129) Hijo de Bravor el Brun, Señor de las Luengas Ínsulas, gran amigo de Lanzarote del Lago.

Galfán:(cap 8) Puerto de mar de la Gaula.
Galiceo: (cap 55) Caballero de Lisuarte. Mientras escoltaba a Leonoreta, reta por deporte a Amadís y es derrotado.
Galifón: (cap 129) Usurpa con ayuda de sus hermanos un territorio de Cildadán. Derrotado por Landín y Grasandor.

Galpano: (cap 5) Raptor, violador y asesino de doncellas. Amadís lo mata.
Galpano: (cap 8) Bosque de la Gaula. Allí le tienden una celada a Perión durante la guerra con Abiés.
Galtares: (cap 11) Peña-fortaleza de Gandalac. Aldabán se la arrebata. Galaor la conquista y se la devuelve a Gandalac.
Galtines: (cap 70) (o Gaitines) Conde. Primo del rey Tafinor de Bohemia.
Galvanes sin Tierra: Hermano de Languines. Tío de Agrajes.
Gandalac de Leonís: (cap 3) (o Gandalaz) Gigante que rapta y cría a Galaor.
Gandales: (cap 1) Noble escocés que cría a Amadís.
Gandalín: Hijo de Gandales. Escudero fiel de Amadís.
Gandalod: (cap 50) Hijo de Barsinán. Enemigo de Lisuarte u de sus caballeros. Muere despeñado por orden de Lisuarte.
Gandandel: (cap 62) Cuñado de Brocadán. Anciano consejero real. 1º de Falangriz y luego de Lisuarte. Apoya a Brocadán en su conspiración contra Amadís.
Gandapa: (cap 68) Ciudad donde Lisuarte se reune con Oriana tras la batalla de los Siete Reyes.
Gandiel Urlandin: (cap 63) (u Orlandín) Hijo del Conde de Urlanda.
Gandinos el Follón: (cap 48) Caballero secuestradoncellas derrotado por Guilán. Se hace referencia a él en el capítulo 48.
Gangel de Sadoca: (cap 79, 80) (o Ganjés de Sadoca) Caballero romano y de Lisuarte vencido por Gavarte del Val Temeroso.
Ganides de Ganota: (cap 67) Caballero de Lisuarte. ¿Es Cendil de Ganota u otro caballero?¿Hermanos?¿Del mismo pueblo?¿?
Ganor: (cap 56) Hermano de Apolidón. Casado con una hija del rey de Canonia. Su hijo es Macandón.
Ganota: (cap 58) Villa cercana al campo de la batalla contra el rey Cildadán.
Conde Gantiles: (cap 102) Lugarteniente del rey Tafinor. Conduce el ejército bohemio en apoyo de los caballeros de la Ínsula Firme.
Garadán: (cap 70) Primo de Patín. Encabeza la expedición militar romana en tierras de Bohemia. Muerto por Amadís como "Caballero de la Verde Espada" en combate singular.
Garín: (cap108) Hijo de Grumén. Mensajero de Arcaláus el Encantador.

Garinter: (cap 1) Rey de Bretaña. Padre de Elisena y de la Dueña de la Guirnalda.
Garinto: (cap 122) Hijo mayor y heredero del difunto rey de Dacia.
Gasaval: (cap 59) Escudero de Galaor.
Gasinán: (cap 26) Tío de Grovenesa. Rapta y logra enamorar a la doncella de la vara. Vencido por Amadís, salva la vida por intercesión de Grovenesa.
Gasquilán el Follón: (cap 65) (o Garquilán) Hijo de Madarque (Gigante de la Ínsula Triste) y de una hermana de Lanzino [o Lancino] (rey de Suecia [o Suesa]). Jefe militar de las tropas de Lisuarte.
Gastiles: (cap 74) Sobrino del Emperador de Constantinopla. Hijo de la duquesa de Gajaste.
Gavarte de Val Temeroso: (cap 63) Caballero de la Ínsula Firme.
Gavus: (cap 58) Hijo de Gandalac.
Giontes: (cap 55) [o Giontés] Caballero y sobrino de Lisuarte. Mientras escoltaba a Leonoreta, reta por deporte a Amadís y es derrotado.
Gobernador del Principado de Calabria: (cap 110) Antiguo gobernador del Principado. Muerto en batalla por Amadís de un espadazo en la cabeza.
Gordán: (cap 80) Hermano de Angriote.
Gracedonia: (cap 65) Villa de Lisuarte, cercana a Miraflores.
Gradamor: (cap 76) Caballero romano. Sobrino de Brojandel de Roca. Lucha contra Florestán y es vencido.
Grandares: (cap 12) Villa cercana al río Bran.
Grandores: (cap 63) Caballero de la Ínsula Firme.
Granfiles: (cap 69) Primo de Don Grumedán. Arcaláus usurpa su identidad para engañar a Galaor y Norandel.
Grasandor: (cap 70, cap 102) Hijo de Tafinor, rey de Bohemia
Grasinda:(cap 72) Dama rumana que se enamora de Amadís.
Grasujis: (cap 65) Rey alemán, padre de Dragonís y Palomir. Casado con Saduva.
Gravisanda: (cap 41) Isla de Corisanda.
Grimanesa: (cap 44) Hermana de Suidán, esposa de Apolidón.
Grimeo el Valiente: (cap 67) Caballero de Lisuarte.
Grimota: (cap 59) Hermana de Urganda. Madre de Solisa y Juliana.
Grimeo el Valiente: (cap 67) Caballero de Lisuarte. Le acompaña en la batalla de Mongaza.
Grindalaya: (cap 18) Amada de Arbán de Norgales. Hija de Ardrod de Serolís. Hermana de Aldeva. Prisionera en Valderín.
Grinfesa: (cap 78) Doncella de Grasinda. Hija de su Mayordomo.
Gromadaza: (cap 57) Giganta esposa de Famongomadán, madre de Madasima.
Gromín: (cap 42) Prócer de Sobradisa. Restaura a Briolanja en el trono.
Grondomán: (cap 63) [o Grindonán o Grovadán (cap 67) o Gordán (cap80)] Caballero de la Ínsula Firme. Hermano de Angriote.
Grovadán: (cap 67) Hermano de Angriote, lucha en el bando de Galvanes en la Guerra de Mongaza.
Grovenesa
: (cap 17) Prometida a la fuerza de Angriote de Estravaus, le obliga a defender un puente durante un año para conseguir su amor.
Grovenesa la dueña: (cap 21) La dueña de la Estatua. Tía de Briolanja. No confundir con su homónima, esposa de Angriote.
Grumedán: (cap 38) Caballero viejo, mentor de la reina Brisena.
Grumen: (cap 35) Primo de Dardán. Odia a Lisuarte y a los suyos. Aliado de Arcaláus. Muerto por Amadís.
Guadasonel Fallistre: (cap 67) Caballero de Lisuarte. Le acompaña en la batalla de Mongaza.
Guilán el Cuidador:
(cap 36) Primo de Ladasín. Le ayuda a liberar a Lisuarte que estaba en poder de un primo de Arcaláus. Es amante de Brandolisa, esposa del Duque de Bristoya.
Guinda Flamenca: (cap 44) Señora de Flandes. Amada por Mandanil.
Guinón: (cap 50) Río.
Guncestre: (cap 69) Conde. Arcaláus usa su nombre para engañar a Galaor y Norandel.

Libro III, Capítulo 68, (5 de 5)

Amadís se enfrenta aArgomades que le lanza un mandoble y se lo clava tres dedos en el yelmo. Amadís le hiere en el hombro izquierdo, cortando la loriga, la carne y el hueso: el brazo le queda colgado del costado. Es el golpe más fuerte que en toda la batalla se ha dado o se dará.
Argomades se retira malherido. Las doncellas, desde la torre del castillo, aclaman al caballero del yelmo dorado. Ancidel, sobrino del rey Arábigo, ataca a Amadís. Golpea en la cabeza de su caballo y lo mata. Florestan golpea a Ancidel en el yelmo y lo hace caer a los pies de Amadís. Ancidel, antes de caer, consigue herir con su espada a Florestán en el costado. Lisuarte y el rey Artábigo concentran sus fuerzas para enfrentarlas en cruel combate. Durín, al ver a Amadís sin caballo, le lleva una nueva montura. Amadís se lo agradece llamándolo por su nombre. Durín le pregunta con insistencia por su identidad. Amadís se lo dice discretamente antes de retornar con nuevos bríos al combate. Ahora está seguro de que sus hazañas llegarán a oídos de Oriana por boca de Durín. Lisuarte lucha contra el rey Arábigo, le hace retroceder y le obliga a protegerse entre sus hombres. El rey Arábigo va maldiciendo a Arcaláus que le convenció para invadir Gran Bretaña asegurándole un fácil triunfo. Galaor lucha con Salmadán pero su espada está tan desgastada que ya no corta. La tira, se abraza a su enemigo y lo hace caer. Salmadán se parte el cuello y muere. Amadís a marchas forzadas se recupera de tantos meses de ociosidad en la Gaula. No menos bravos son Perión, Florestán, Agrajes, Galvanes, Brián, Norandel, Guilán y el rey Lisuarte. Los insurgentes comienzan a retirarse en desbandada, unos hacia los montes, otros hacia los barcos. Lisuarte y los suyos los exterminan en su huida. Muchos son muertos, muchos son hechos prisioneros. Solo unos pocos alcanzan el barco del rey Arábigo. Es noche cerrada cuando la batalla se da por acabada. Lisuarte ocupa las tiendas enemigas acompañado de sus caballeros. Los tres caballeros misteriosos se ocultan en el bosque. Envían a un escudero con un mensaje para el rey: se excusan por no presentarse ante él, le ruegan que su parte del botín se lo entregue a las doncellas de la torre. Ya en el bosque, acampan, se asean, cenan y duermen.
Lisuarte pregunta por los tres caballeros. Sospecha que el del yelmo dorado es Amadís, pero Galaor lo niega debido a la carta que recibió justo antes de la batalla. Llega el escudero con el mensaje de los tres caballeros. Esa noche descansan en las tiendas del rey Arábigo. Al día siguiente, tras el reparto del botín, cada uno parte a su hogar. Lisuarte vuelve a Gandapa donde se reune con su hija.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Libro III, Capítulo 68, (4 de 5)

Comienza la batalla. En ese momento llega el rey Perión escoltado por sus hijos. Llevan sus armaduras y escudos nuevos. Vienen de incógnito. Nadie los reconoce y hay un momento de incertidumbre porque nadie sabe a que bando van a apoyar. Los tres caballeros divisan a Brián y su grupo y se unen a ellos, con gran contento de Brián. Se enfrentan a las tropas del rey Targadán. El grupo de Brián se lanza al ataque con saña y bravura. Perión le clava la lanza en el pecho al rey Targadán y lo derriba. Amadís atraviesa de un costado a otro con su lanza a Abdasián el Bravo que cae al suelo muerto. Florestán hiere a Carduel que cae con su silla a los pies del caballo. Los enemigos rodean a los tres caballeros, pero éstos hacen estragos entre sus filas. Derriban a más de diez caballeros, pero el número de enemigos es tal que necesitan la ayuda de Brián y de sus españoles. Acude un tercer grupo de insurgentes para contener el ataque. El rey Arábigo le pide a Arcaláus que concentre sus fuerzas en ese punto, para detener el ataque de los tres caballeros y evitar que se produzca la desbandada de sus tropas. Lisuarte también concentra la mayor parte de su ejército en ese punto. La batalla se centra en torno a los tres caballeros. Perión, llevado por su entusiasmo, se infiltra entre las filas enemigas. Lo hubiera pasado mal si sus hijos, atentos, no lo hubieran apoyado. El caballo de Amadís es herido de muerte y Amadís se que a pie. Los de Perión y Florestán también están malheridos. Los dos deciden descabalgar y unirse a Amadís para pelear a pie. Los enemigos les rodean en gran número, pero ellos se defienden bravamente. Lisuarte ve su apurada situación y se lanza en su ayuda acompañado de los siete caballeros que lo escoltan. Se baten con fiereza y fuerza. Hieren el caballo de Lisuarte que cae al suelo. Es auxiliado por Angriote, Agrimón y Landín. Angriote le cede su caballo. Landín y Agrimón le traen otro caballo a Angriote. Mientras llegan, Lisuarte no se separa de él. Galaor y Cuadragante luchan alrededor de ellos para evitar que alguien pueda herir a Lisuarte. Dos caballeros de refresco entran en liza por el bando insurgente. Son dos campeones con fama de no tener igual. Son Brontajar Dafanía y Argomades de la Ínsula Prófuga. Incursionan entre las filas enemigas dando mandobles a diestro y siniestro con gran destrozo. Se oyen gritos que anuncian la derrota de Lisuarte. El rey responde que antes muerto que vencido.
Amadís y Florestán han conseguido caballos. Ven como esos dos campeones están destrozando física y moralmente a las tropas de Lisuarte. Amadís estudia la técnica de Brontajar: hiere y derriba a los caballeros con su espada. A veces la suelta (la lleva atada con una cadena) y con sus brazos agarra y derriba a otros. Amadís, lanza en ristre, se abalanza sobre él. Brontajar lo ve venir y también coge su lanza. El choque es brutal, rompen lanzas, perforan escudos, chocan caballos. Brontajar pierde el conocimiento, cae al suelo y se rompe una pierna. El caballo de Amadís se tambalea pero se mantiene en pie. Amadís queda aturdido sobre su caballo, sin capacidad de defenderse de otros enemigos. Florestán y Perión acuden en su ayuda. Cuando llegan, Amadís, parcialmente recuperado, alcanza a defenderse a duras penas. más caballeros llegan en su apoyo: Brián, Agrajes y Galvanes. Entre todos hacen gran matanza entre los insurgentes. Amadís, completamente recuperado, ve como Lisuarte es atacado por el rey Arábigo, Argomades, dos sobrinos del rey Arábigo y sus huestes. Amadís da la orden de socorrer al rey. Todos acuden hacia allí.

martes, 9 de febrero de 2010

Libro III, Capítulo 68, (3 de 5)

Perión dispone una nave. Parte junto a sus hijos hacia Gran Bretaña por la noche. Acampan junto a un bosque. Envían un agente para que se entere de donde será la batalla y con un mensaje para Galaor donde le escriben que, sintiéndolo mucho, los tres se quedan en la Gaula y que se cuide. El agente vuelve y les dice que las fuerzas de los Siete Reyes son numerosísimas, de todas las razas, idiomas y procedencias. Han cercado el castillo de unas doncellas, y los sitiados están a punto de sucumbir. El agente ha visto a Arcaláus brujuleando entre los reyes y proclamando que la gran batalla será dentro de seis días. Los Gaula descansan en el bosque, cazando y bebiendo agua fresca, a la espera de la gran batalla. Al cuarto día regresa de nuevo el agente. Les dice que ha entregado la carta a Galaor, que la ha leído con lágrimas en los ojos lamentando la ausencia de sus hermanos. También les dice que, aunque están en inferioridad numérica, los valerosos caballeros de Lisuarte se dirigen al rescate de la doncellas del castillo. Están a dos días de camino.
Lisuarte sube a un otero a media legua del castillo. Allí, los dos ejércitos se observan a distancia. El ejército de los Siete Reyes dobla al de Lisuarte. Esa noche se preparan para la inminente batalla. Los seis reyes rinden honores a su líder, el rey Arábigo.
Al día siguiente, el rey Arábigo organiza su ejercito en nueve grupos de mil caballeros cada uno excepto el suyo propio que es de mil quinientos. Al mando de cada grupo van los seis reyes y otros nombrados caballeros. Lisuarte les pide a Galaor, Grumedán, Angriote y Cuadragante que organicen su ejército: forman cinco grupos. Al mando del primero irá Brian con los mil caballeros españoles enviados por su padre. El segundo, al mando de Cildadán, formado por su gente y algunos añadidos más. El tercero, al mando de Galvanes y su sobrino Agrajes, formado por los caballeros afines a éstos, que por ellos venían y no por amor al rey Lisuarte. El cuarto lo manda Giontes, el sobrino del rey. El quinto lo manda Lisuarte y está formado por dos mil caballeros. A Galaor, Cuadragante, Angriote, Gavarte de Val Temeroso y Agrimón el Valiente les pide que se queden junto a él para protegerle.

lunes, 8 de febrero de 2010

Libro III, Capítulo 68, (2 de 5)

Amadís se quedó trece meses y medio en la Gaula, el tiempo que duró el sitio del castillo del Lago Ferviente. Durante ese tiempo en paro, vio como su fama se oscurecía por la de otros caballeros más activos. A Amadís le reconcomía esta idea.
Cuando el rey Arábigo y los seis reyes concentraron sus fuerzas en la península Leónida (paso previo antes de invadir la Gran Bretaña), muchos caballeros se ofrecieron a Lisuarte para ayudarle en la defensa: Galaor, Brian de Monjaste (que aportaba dos mil caballeros enviados por el rey Ladasán de España, padre de Brian), Galvanes (como su vasallo tras la derrota del Lago Ferviente), Cuadragante, Listorán de la Torre Blanca, Ymosil de Borgoña y Mandancil de la Puente de Plata.
Oriana le envía una carta a Amadís rogándole que no combata contra su padre. A cambio, le permite que vaya donde quiera, sea la Gaula u otro lugar. Se la envía dentro de otra carta que Mabilia dirige a su primo.
Amadís está comentando con unos amigos el levantamiento contra Lisuarte. En ese momento llega un caballero cansado, herido y con su armadura destrozada. Es grande y está bien armado. Amadís le ayuda a descabalgar y descubre que es Florestán, su hermano. Se lo presenta a Perión y le desvela su identidad. Florestán se postra ante él para besarle los pies. Perión, al enterarse de su nueva paternidad, se alegra, lo levanta, le coge las manos, le abraza, le besa, le lleva a palacio. Allí es alojado y curado. Es presentado a la reina y a Melicia. Florestán les dice que viene de Gran Bretaña. Le preguntan por el levantamiento de los Siete Reyes. Florestán opina que Lisuarte lo tiene difícil.
Ya a solas, Florestán y Amadís conversan. Florestán le dice que se comenta por los mentideros caballeriles que Amadís se ha retirado de la caballería andante. Amadís lo niega con rotundidad.
Por la noche, Amadís medita. Quiere intervenir en el conflicto de los Siete Reyes, pero no puede hacerlo en el bando levantisco porque se lo ha prometido a Oriana y no quiere pelear junto a Lisurte porque está dolido de su desagradecido comportamiento con él y sus hermanos. Tras pensarlo mucho decide luichar en el bando de Lisuarte: así favorece los intereses de su amada Oriana y además el bando de Lisuarte está en minoría y le place ayudar al más débil. Al día siguiente les comunica su decisión a su padre y su hermano. Les explica que su decisión no está motivada por su afecto a Lisuarte, que no tiene, sino porque es bando contendiente más débil y en él militan sus amigos (Cuadragante, Galaor, Brian,...). Perión se ofrece para acompañarle aunque dada la premura de tiempo no podrá aportar muchos caballeros. Florestán les recuerda que Lisuarte le hubiera dejado morir en el campo de batalla y solo la intervención de Galaor le salvó la vida. No quiere ayudar a Lisuarte, pero apoyará a su hermano y a su padre. Además, en el acuerdo de rendición de Mongaza se estipuló que durante dos años Galvanes debería servir a Lisuarte, y puesto que Florestán debe servir a Galvanes, no tiene más remedio que servir a Lisuarte. Los tres deciden acudir de incógnito. De pronto llega una doncella con tres escuderos. Traen un caballo cargado con un pesado fardo. Ella dice que viene en busca del rey Perión y de sus dos hijos. Viene de parte de la Dueña de la Ínsula no Hallada y les trae unos presentes. Desata el fardo y saca tres escudos (sierpes de oro en campos de plata), tres sobreseñales (distintivo o divisa) y tres yelmos (blanco, cárdeno y dorado) y los reparte entre los tres. Amadís se queda con el yelmo dorado, Perión con el blanco y Florestán con el cárdeno. Su ama les envía estos presentes porque sabe que van a la batalla contra los Siete Reyes donde podrán usar estos pertrechos. No precisa como ha averiguado que van a pelear ni como los ha encontrado en ese lugar y momento tan precisos. La doncella come y parte hacia Gran Bretaña.

sábado, 6 de febrero de 2010

Libro III, Capítulo 68, (1 de 5)

Bruneo y Amadís pasan unos días en la Gaula. Bruneo está feliz por estar cerca de Melicia y no tiene ni ojos ni pensamientos para nada más. Amadís está triste y abatido por estar lejos de su amada Oriana. Amadís acostumbra a pasear por la costa, acompañado únicamente por Gandalín, con los ojos puestos en Gran Bretaña, a la espera de barcos que traigan nuevas desde esas tierras. Una tarde llega un barco. Amadís envía a su escudero para que se entere de noticias de Gran Bretaña que calmen su desasosiego. Gandalín llega al puerto y descubre a Durín, el hermano de la Doncella de Dinamarca, que desembarca en ese momento. Ganadalín lo conduce al lugar donde les espera Amadís. Llegan a tiempo de ver como un gigante le lanza un venablo a Amadís. Gandalín y Durín gritan al unísono y Amadís reacciona y consigue evitar que la lanza arrojadiza le alcance por muy poco. El gigante le lanza un segundo venablo y vuelve a fallar. Amadís, espada en mano, corre en pos de él, pero el gigante huye rápido y escapa montado en el caballo del mismo Amadís. Aún tiene tiempo de gritar: "¡Soy Andandona! He fallado esta vez, pero no fallaré la próxima."Amadís, al ver que se trata de una mujer, desiste en su persecución. En cambio, envía en su busca a Gandalín con ordenes de matarla. Mientras Gandalín parte a cumplir su misión, Durín le cuentas las noticias a Amadís: el nacimiento del niño y como lo llevaron al convento de Miraflores (pero no le cuenta como lo perdieron...). Le transmite un mensaje de Oriana: que no salga de la Gaula hasta que ella se lo diga. Amadís se alegra por el nacimiento de su hijo pero le irrita el deseo de Oriana de que permanezca ocioso en la Gaula. En ese momento llega Gandalín: la cabeza de la giganta, atada por los cabellos al petral de su caballo, pende bamboleante. Cuenta como en su huida, la giganta ha caído del caballo. Gandalín la ha arrollado con el suyo y aprovechando que ha quedo tendida en el suelo, le ha cercenado la cabeza... Amadís le envía un mensaje a Oriana por mediación de Durín: que no le deje ocioso en la Gaula, que este descanso forzado va en detrimento de su buena fama...
Bruneo, ya recuperado de su herida, quiere partir mundo adelante para mejorar su currículo caballeril. Le pide a Amadís que le acompañe. Amadís, atado por los deseos de Oriana, declina la oferta.
Bruneo parte con la promesa de matrimonio con Melicia ya asegurada...

Libro III, Capítulo 67, (3 de 3)

Galaor advierte, muy apenado, las graves heridas de su hermano Florestán. Lisuarte ordena que lleven al herido a una tienda para que sea curado y ofrece a sus propios cirujanos. Al día siguiente, Lisuarte se reune con sus caballeros y les pide consejo: debe continuar el ataque contra lo que queda del ejército de la Ínsula Firme o esperar y recuperarse de tan extenuante batalla con el riesgo de que regrese Agrajes con refuerzos. Galaor aconseja atacar. Todos están de acuerdo.
Las fuerzas reales al mando de Galaor atacan a los caballeros de la Ínsula Firme que se han refugiado en la sierra. Con gran esfuerzo consiguen obligarles a replegarse en el castillo del Lago Ferviente. Lisuarte inicia el sitio del castillo tanto por tierra como por mar. El sitio dura trece meses. Agrajes, durante ese tiempo, es incapaz de romper el cerco y llevar los víveres a los sitiados. Se inician conversaciones para negociar la rendición. Pero Lisuarte quiere tomar el castillo por la fuerza y causar gran mortandad entre sus enemigos. Sin embargo llegan preocupantes noticias desde Gran Bretaña. Agramonte, tío del rey y regente en su ausencia, le comunica que hay un levantamiento general de varías ínsulas contra Gran Bretaña, al parece urdido por Arcaláus. Los sublevados han elegido com líder al rey Arábigo, señor de las Ínsulas de las Landas. Agramonte le pide que abandone la campaña de Mongaza y regrese de inmediato a Gran Bretaña para preparar la defensa. Esta noticia obliga a hacer una rápida negociación de la rendición y a dar concesiones a los vencidos. Galvanes y Madasima salen del castillo y postrados ante Lisuarte, le entregan las llaves. El rey le pasa las llaves a Brandoibas. Galaor le aconseja clemencia y mesura. Lisuarte sigue su consejo y le cede la Ínsula Ferviente a Galvanes aunque conservará su señorío sobre el territorio y sobre Galvanes y sus hombres. Galvanes acepta el vasallaje. Lisuarte retorna a su reino, acompañado de Galvanes. El viaje dura quince días. Una nueva guerra se avecina contra los siete reyes de las ínsulas.

Libro III, Capítulo 67, (2 de 3)

La batalla da comienzo. Norandel derriba a Gavarte. Galaor y Cuadragante se derriban mutuamente. Cendil y Elián quiebran sus lanzas en el envite, se hieren pero se mantienen en sus monturas. Galaor y Cuadragante siguen su pelea a pie. Todos los grupos se juntan. Ruido ensordecedor: gritos, trompetas, relinchos, clarines,... Hay muertos por doquier. Norandel y Guilán apoyan a Galaor. Florestán y Angriote hacen lo propio con Cuadragante. Galaor y Cuadragante consiguen montura y continún la lucha a caballo. El grupo de Cildadán ataca con fuerza pero Galvanes y los suyos se defienden con eficacia. Florestán se esmera en la lucha porque quiere dejar muy altos el nombre de Amadís y los de su linaje. Florestán ataca a Cildadán. Ambos caen al suelo y continúan a pie. Enil y Angriote le traen un caballo a Florestán. Dragonís hiere de gravedad en la cabeza a Cildadán. Norandel lo ve y avisa a Galaor. Ambos acuden a socorrer al herido y lo sacan del combate. El rey Lisuarte, temiendo que sus hombres vayan a ceder terreno, se lanza al ataque gritando "¡Clarencia!" (su apellido). Se abalanza sobre Galvanes, rompe la lanza y continua luchando con su espada. Florestán, Cuadragante, Angriote y Gavarte luchan hombro con hombro con denuedo. Lisuarte se teme la derrota. Habla con Grumedán de Noruega, con un malherido Guilán y con Arbán. Les confiesa su temor de ser derrotados, pero "antes muerto que vencido", y espoleando a su caballo, se mete otra vez en el combate. Lucha con espada contra Cuadragante y le hiere en la cabeza. Se interponen, por un lado Galaor y Norandel, por el otro Florestán y Angriote. Lisuarte mata al caballo de Florestán, que cae al suelo, aunque se levanta con rapidez para herir al caballo de Lisuarte que también cae al suelo. Luchan a pie. Lisuarte hiere a Florestán. Éste, que recuerda las grandes mercedes recibidas y el gran respeto que tenía al rey, se limita a defenderse sin querer atacarlo. Filispinel le ofrece su caballo al rey. Lisuarte monta y deja a Florestán malherido. Cuadragante le trae un caballo. Lisuarte ve que se está dando un vuelco a la situación y reanuda, infatigable, el ataque. Los caballeros de la Ínsula Firme resisten como pueden. La superioridad numérica comienza a imponerse. Florestán, Cuadragante, Angriote y Gavarte pierden sus monturas. Malheridos, desfallecidos, caen rendidos al suelo y son hechos prisioneros. También apresan a los que acuden en su rescate: Palomir, Elián, Branfil, Enil, Sarquiles y Maratros de Lisanda (primo de Florestán). Casi atrapan a Galvanes, pero Dragonís lo rescata y se lo lleva, muy malherido, hasta el Lago Ferviente. En definitiva, los reparos de Florestán y el ardor guerrero de Lisuarte han decidido la batalla. Así le pasó a Héctor durante la guerra de Troya, cuando le perdonó la vida a Áyax Telamón y al final perdió la guerra.

viernes, 5 de febrero de 2010

Libro III, Capítulo 67, (1 de 3)

El rey Lisuarte llega con su ejercito de refuerzo a Mongaza y encuentra a Arbán agazapado entre peñascos con lo que queda de sus hombres. Lisuarte agrupa sus tropas y organiza el contraataque. Divide los efectivos en tres grupos: Quinientos caballeros al mando de Galaor. Junto a él irán Norandel, Guilán el Cuidador, Ladasín, Grimeo el Valiente, Cendil de Ganota y Nicorán de la Puente Medrosa. Un segundo grupo de setecientos caballeros comandados por Cildadán. Con él van Ganides de Ganota, Acedís el sobrino del rey, Guadasonel Fallistre, Brandoibas, Taisán y Filispinel. El tercer grupo queva por el centro está formado por varios caballeros como don Grumedán, Balabán, Leonís y Arbán y su misión es la de salvaguardar al rey. Son muy superiores en número a las tropas de la Ínsula Firme, en una proporción de 5 a 1. Además, estos últimos tienen importantes ausencias: Brian de Monjaste está preso y Agrajes ha salido de viaje en busca de víveres y de refuerzos. Galvanes distribuye sus fuerzas en dos grupos: uno de 106 caballeros y otro de 109. En el primer grupo van Florestán, Cuadragante, Grovadán (hermano de Angriote), Sarquiles, Gasinán (cuñado de Angriote y portador del pendón), Branfil, Gavarte de la Val Temerosa, Olivas, Balais y Enil. En el segundo van Galvanes, los dos hermanos Palomir y Dragonís, Listorán de la Torre Blanca, Dandales de Sadoca y Tantalís el Orgulloso, amén de numerosos arqueros y ballesteros.
Los dos ejércitos se plantan frente a frente. Florestán y Cuadragante envían a Elián el Lozano como mensajero. Le piden al rey Lisuarte que ambos bandos prescindan de arqueros y ballesteros y que la suerte de la batalla la decidan solo los caballeros. Elián es hijo de una hermana de Cuadragante y del conde Liquendo, primo hermano del rey Perión. Elián consigue transmitir el mensaje a Lisuarte que acepta las condiciones.

jueves, 4 de febrero de 2010

Glosario: Letra F

Falangriz:(cap 3) Rey de Gran Bretaña. Muere sin hijos legítimos y le sucede su hermano Lisuarte.
Famongomadán: (cap 54) Gigante del Lago Ferviente. Muerto por Amadís.
Felípanos: (cap 74) Rey de Judea.
Fenusa: (cap 58, 76) Villa y puerto de mar cercana al lugar de la batalla contra el rey Cildadán.
Filispinel: (cap 54) [o Finispinel (cap 96)] Caballero de Lisuarte. Enviado para responder desafíos.
Fitenor: (cap 130) Padre de la Doncella Encantadora. Originario de Argos, Grecia.

Flamíneo: (cap 110) Hermano bastardo de la reina Sardamira.
Florestán: (cap ?) Hijo de Perión. Medio hermano de Amadís y Galaor. Su madre es la hija del Conde de Selania.
Floyán: (cap 106) Hermano de Salustanquidio. Dirige uno de los haces romanos en la Batalla contra los insulofirmeños.
Fondo Piélago, Valle del: (cap 124) Señorío de Angrifo

Glosario: Letra E

Elián el Lozano:(cap 67, 78) Sobrino de Cuadragante, hijo del conde Liquendo. Participa en la Batalla de Monganza.
Elisena
: (cap 2) Hija de Garinter, esposa de Perión, madre de Amadís, Galaor y Melicia.
Eliseo: (cap 129) Primo de Landín.
Eluida: (cap 57) Infanta, hermana de Estrelleta.
Emperador de Constantinopla:(cap 74) Emperador de Constantinopla.
Enano de Bristoya:(cap 12) Le tiende una emboscada a Amadís en el bosque de Brananda.
Endriago: (cap 73) Monstruo sanguinario, fruto incestuoso del gigante Bandaguido y su hija, muerto por Amadís.
Enil
:
(cap 49) Sobrino de Gandales. Amadís lo arma caballero.
Ermita Redonda: (cap 76) Lugar donde se retira Florestán tras su lucha contra los cinco romanos.
Ermitaño de la ribera:(cap 26) Le dice a Perión una profecía sobre sus hijos.
Esclavor: (cap 115) Sobrino del rey Arábigo. Sigue el rastro de Lisuarte antes del ataque de su tío.
Esplandián:(cap 66) Fruto de los amores secretos de Amadís y Oriana.
Esposa de Arcaláus: (cap 19) En desacuerdo con su marido, facilita la liberación de Amadís.
Estrelleta: (cap 57) Infanta, hermana de Eluina.