sábado, 25 de septiembre de 2010

Libro IV, Capítulo 110 (3 de 5)

Floyán ataca a Angriote y le da tan gran golpe que rompe su lanza y casi lo derriba. Saca la espada y se lanza sobre Enil y le golpea duramente en el yelmo y saltan chispas. Floyán pasa tan rápido entre ambos rivales que ninguno puede responder a su ataque y herirlo. Floyán  persiste en su ardoroso ataque. Se topa con un caballero irlandés, de la casa de Cuadragante, y le dan un golpe tan grande en hombro que le corta armadura, carne y hueso. El irlandés cae al suelo y es evacuado. La batalla acabó para él. 
Amadís, con Balais de Carsante y Gandalín, se lanza sobre las huestes romanas haciendo grandes estragos. Causa tal espanto que sus rivales se van apartando a su paso. Flamíneo, hermano bastardo de la reina Sardamira, decide enfrentarse con él. Le ataca y rompe la lanza sobre su escudo, destrozándolo. Amadís intenta herirle con la espada pero falla el golpe y solo hiere a su caballo en el lomo, junto a los arzones de la zaga, tan profundo que caballo y caballero caen al suelo. 
Cuadragante y sus hombres están a punto de derrotar a sus rivales, pero llega Arquisil con refuerzos y equilibra la situación. La lucha es tan esforzada que caen más de un millar de caballeros de uno y otro bando. Arquisil se enfrenta a Landín. Luchan tan fieramente que rompen lanzas y ambos caen al suelo. Floyán con cincuenta de los suyos continua el combate. Socorre a Flamíneo y le proporciona un nuevo caballo. Floyán ve a Arquisil pie a tierra y grita a sus hombres para que auxilien al capitán romano. Y arremete en su ayuda. Le siguen más de 500 caballeros romanos. Angriote, Enil y Gavarte ven lo que se avecina y avisan a voces a Cuadragante que acude con numerosos caballeros en defensa de Landín. Cada bando consigue rescatar a su caballero: Cuadragante a Landín, Flamíneo y Floyán a Arquisil. El campo de batalla queda cubierto de caballeros muertos y heridos. 
Amadís, por su parte, sigue asolando las huestes romanas.

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