viernes, 17 de septiembre de 2010

Libro IV, Capítulo 109 (1 de 4)

Lisuarte y Patín salen del real de Vindilisora al frente de su ejercito. Hacen jornadas corta para no fatigar a la tropa. Les llegan noticias de que Perión y sus hombres se dirigen hacia ellos. Lisuarte envía una avanzadilla de 50 caballeros al mando de Ladasín el Esgrimidor, primo hermano de Guilán. A los tres días, la avanzadilla de Ladasín se topa con la que ha enviado Perión, 40 caballeros al mando de Enil. Ambos jefes envían mensajeros para avisar a sus respectivas tropas. No se enfrentan porque tienen orden expresa de no hacerlo. Llegan los dos ejércitos que quedan frente a frente, cada uno en un extremo de un campo amplio y llano. Ambos ejércitos acampan en sus reales y cavan fosos y construyen defensas.
Gandalín llega de la Ínsula Firme acompañando a Melicia. Se ha dado mucha prisa porque quería llegar antes del inicio de la gran batalla.Amadís se había criado en casa de Gandales como un hijo. Gandalín, el verdadero hijo de Gandales, lo consideraba su hermano hasta que Amadís se hizo caballero y se desveló su identidad. Desde entonces, Gandalín le había servido como fiel escudero, aunque su deseo más íntimo era el ser caballero a su vez y honrar así a su familia. Amadís se resistía a la idea de perder tan leal servidor. Fue su confidente y su puntal en los momentos más melancólicos. Le había sido imprescindible para mantener su relación clandestina con Oriana. Gandalín había aguantado mucho en ese status por el amor y respeto que sentía por Amadís. Pero ahora que la Gran Batalla se avecina y que Amadís tiene a su amada Oriana a su vera, Gandalín cree que el momento de ser armado caballero ha llegado. Después de informar a Amadís de la llegada de su hermana, de las noticias sobre la Gaula, del estado de salud de Galaor y de las recomendaciones de la reina, se lo lleva a un lugar apartado y le expone su deseo de ser armado caballero.

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