lunes, 24 de agosto de 2009

Libro I, Capítulo 26

16ªAventura: Amadís persigue a un caballero que lleva a una doncella prisionera y la que golpea con la vara de su lanza. Se tropieza con un caballero curioso que no le deja continuar la persecución hasta que le cuente la historia. Amadís lo despacha fácilmente y lo deja maltrecho y con la pierna herida (éste es el caballero del capítulo 24 del que se burlan Galaor y Balais y que, mosqueado, le corta las riendas al caballo de Galaor y se lo espanta). Amadís alcanza a la pareja. Le pide al caballero que libere a la doncella. El otro se niega. Amadís lucha con él y lo derriba sin gran esfuerzo. El vencido pide clemencia. Amadís se acerca confiado, pero el otro le ataca alevosamente con la espada y le mata el caballo. Amadís, lleno de ira, se revuelve y le cercena la cabeza de un tajo. La doncella le agradece su ayuda y le pide que la acompañe hasta un castillo. Amadís se apropia del caballo del muerto y emprenden camino. A medianoche se detienen para pasar la noche bajo un árbol. Todos duermen cuando aparece un caballero que se acerca con sigilo. Despierta a la doncella y le pregunta si quiere acompañarlo. Ella, medio dormida, cree que se trata de Amadís y monta en su caballo. Cuando descubre su error grita pidiendo ayuda. Amadís corre en su busca pero pierde su rastro en el bosque. Llega a un castillo y pregunta pero no le dan razón. Sin embargo, Amadís rodea el edificio y por un ventanuco de la parte trasera divisa al caballero raptor junto a la doncella. Amadís exige que la libere pero el raptor se niega y lo emplaza para el día siguiente. Allí queda Amadís hasta el alba. Con los primeros rayos del sol sale un caballero del castillo. Amadís le parte un brazo y lo derriba. Entra en el castillo. Tras la puerta le esperan otros dos caballeros. Lucha contra ambos. Mata al primero y derriba al segundo, que pierde su yelmo en la caída. Aún sin yelmo insiste en seguir la lid. Amadís le golpea de plano con la espada en la cabeza y lo deja aturdido. Se rinde. Amadís avanza por el castillo. Se encuentra con otros tres caballeros. Lucha con ellos fieramente. Uno se rinde y el resto huye. Amadís los persigue y se tropieza con un grupo de mujeres. La más hermosa y principal le retiene y le pregunta por sus intenciones. Amadís reclama a la doncella raptada. La mujer hace llamar al caballero raptor. Mientras llega, le explica a Amadís que toda esta parafernalia está montada para atraer al castillo a un tal Amadís y hacerle cumplir la promesa dada a Angriote de Estravaus (ver capítulo 17). La mujer, que es Grovenesa, la prometida de Angriote, le pide a Amadís que busque a ese tal Amadís y le obligue a cumplir la palabra dada. Amadís, sin desvelar su identidad, acepta el encargo.

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