sábado, 29 de agosto de 2009

Libro I, Capítulo 36

7ªAventura de Galaor: Galaor sigue el rastro de los captores del rey. En su camino se topa con un caballero que le pregunta donde va. Galaor pasa de él como de la peste. El caballero airado quiere provocar una pelea, pero Galaor no está para perder tiempo y sigue su camino velozmente. El plúmbeo caballero le persigue. No puede mantener su ritmo aunque le sigue de lejos. El caballero pelmazo se tropieza con su primo que ha sido derribado por otro caballero que allá a lo lejos se divisa. El primo, descabalgado, le pide ayuda en su venganza, pero el caballero plomizo le explica que no puede abandonar la persecución de Galaor. El primo del plúmbeo se apunta a la caza y deja su venganza para otro día,...Cerca del anochecer, los dos primos divisan a lo lejos a Galaor que ha frenado algo su marcha. Contra él se dirigen, pero la noche cae y vuelven a perder su rastro. Deciden pasar la noche el una casa cercana, la morada de una dueña. Galaor recibe la hospitalidad de unos arrieros que pasan la noche en torno a una hoguera. Al día siguiente, Galaor sube a una colina para otear el horizonte. Allí lo ven los primos y hacia él galopan. Entretanto Galaor ha descubierto a los diez caballeros que custodian a Lisuarte, y al galope se lanza contra ellos. Se enfrenta a los cinco de vanguardia: mata al primero, hiere de gravedad en la pierna al segundo, y luego, con la espada, se enfrenta a los otros tres. Llegan los primos y ven a Galaor enfrentarse sin miedo y con bravura en una lid tan desigual. Se dan cuenta de que no es ningún cobarde y toman partido por él. Con ayuda de los primos, Galaor vence fácilmente al resto de caballeros. El caballero pesado es Ladasín el Esgrimidor y su primo, Guilán el Cuidador.
El primo de Arcaláus viendo la cosa fea, intenta aseinar a Lisuarte, pero el rey, en la confusión creada, ha conseguido apropiarse de la espada y el escudo del primer caballero muerto, a pesar de estar cargado de cadenas. El primo de Arcaláus le envía un primer golpe que el rey detiene con el escudo. Le devuelve el espadazo y el primo cae del caballo. En ese momento llega Galaor y lo apresa. Los dos primos reconocen al rey y se postran ante él.
Guilán es amante de la duquesa de Bristoya y el duque cornúpeta sospechó de él la noche que Galaor se benefició a Aldeva.
Galaor encadena al primo de Arcaláus y todo el grupo emprende la vuelta a Londres. Por el camino se alojan en casa de Ladasín. Allí se reunen con el escudero de Galaor y con el enano Ardián. El escudero de Ladasín se adelanta para informar a la reina de las buenas nuevas. Esa noche interrogan al prisionero que les informa de la conspiración de Arcaláus y Barsiñán.

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