jueves, 27 de agosto de 2009

Libro I, Capítulo 34

Llega a la corte el caballero que dejó en préstamo la corona y el manto al rey Lisuarte. Le ruega al rey que se lo devuelva porque le son necesarios. Lisuarte le dice que no puede hacerlo porque le han robado ambos objetos. El caballero se desespera y el rey le ofrece lo que sea para compensarlo. El caballero le pide a su hija Oriana. El rey, pillado en su promesa, se la entrega. La acompañará la Doncella de Dinamarca. En la otra ocasión, el caballero estaba escoltado por dos hombres. El que no quiso mostrar su cara entonces era Arcaláus. Mabilia envía a Ardán, el enano, en busca de Amadís para que le informe de las malas nuevas. El rey acompaña a su hija hasta el bosque. Allí se separan. Aparece la doncella del capítulo 29 y le reclama a Lisuarte que cumpla su promesa: la doncella pide venganza contra un caballero que ha matado a su padre y la ha violado. Este caballero está protegido por un hechizo, y solo puede ser matado si se hace con la espada que lleva colgada del cuello o la lanza que lleva en su costado. Afortunadamente, la doncella ha conseguido esas armas por mediación de la amante de ese pérfido caballero, ya que, en realidad, esa mujer no lo ama. Lisuarte se compromete a cumplir el encargo personalmente. Cambia sus armas por las que lleva la doncella. Luego, ella le conduce por el bosque hasta encontrar a un caballero con un escudo verde. Luchan, pero en el primer encontronazo se rompe la lanza de Lisuarte. Y su espada cae hecha añicos con el primer golpe. El rey ha sido traicionado. En un esfuerzo desesperado, se lanza sobre su rival y lo abraza para hacerle caer. Ambos ruedan por el suelo, pero el rey ágilmente se apodera de la espada de su contrincante y comienza a golpearlo con fuerza. La traidora doncella avisa a Arcaláus, que cerca está, para que evite la inminente muerte de su primo. Diez caballeros rodean a Lisuarte y le conminan a rendirse. Ante su negativa, se lanzan sobre él, le apresan y le cargan de cadenas. Luego lo llevan ante Arcaláus que tiene a su vera a Oriana y a la Doncella de Dinamarca. Arcaláus envía a un doncel con instrucciones para Barsiñán. Manda a Lisuarte a su prisión de Daganil custodiado por su primo y diez caballeros más. Él se queda con otros cuatro caballeros y conduce a Oriana al castillo de Monte Aldín.

No hay comentarios:

Publicar un comentario