viernes, 28 de agosto de 2009

Libro I, Capítulo 35

Amadís y Galaor regresan a Londres. Justo antes de llegar se encuentran con Ardián que les informa de los recientes acontecimientos y de la infausta situación de Oriana. Amadís, desesperado, galopa en su rescate. Galaor va tras él. Pasan por Londres sin detenerse bajo la mirada de la desazonada reina y las otras damas. La reina consigue retener a Gandalín unos instantes para ponerle al corriente de la desaparición de Lisuarte con la doncella y para que le entregue la espada del rey a Amadís. Prosigue a toda velocidad su camino en busca de su amo. Amadís fuerza tanto a su caballo que cuando le obliga a cruzar un arroyo, cae de bruces y Amadís con él. Este retraso da tiempo a Gandalín para alcanzar a su amo. Siguen juntos. Encuentran a unos leñadores que presenciaron la captura de Lisuarte. Les informan de que el jefe de los captores es Arcaláus y de como se han dividido en dos grupos. Amadís envía a Galaor al rescate de Lisuarte y él se dirige en pos de Oriana.
18ªAventura de Amadís: Fuerza tanto a su caballo que lo agota. Por fortuna encuentra a un escudero que vela el cadáver de su amo, muerto en combate frente a Arcaláus. Amadís le ofrece la ayuda de Gandalín para transportar el muerto a un mejor sitio, a cambio del caballo de su amo. Prosigue solo la persecución. Por la noche se aloja con un ermitaño que le indica el castillo donde está Arcaláus con las doncellas. Es el castillo de Grumen, el primo de Dardán. Grumen odia a todos los caballeros de Lisuarte porque uno de ellos mató a Dardán. Amadís no consigue encontrar una entrada al castillo. Espera en un otero cercano y vigila. Por la mañana, Arcaláus y sus cuatro compañeros salen del castillo custodiando a las doncellas. Amadís se lanza en tromba sobre el grupo, derriba a Arcaláus y mata a Grumen. Continúa luchando a espada contra el resto: derriba herido de muerte al primero, le hunde la espada en el cuello del segundo y el tercero, en vista de lo sucedido, pone pies en polvorosa. Amadís se revuelve en busca de su amada, pero Arcaláus, que ha vuelto a montar en su caballo, coge a Oriana y huye con ella. Amadís le persigue velozmente y le golpea de plano para no herir a su amada y consigue que Arcaláus la suelte y la deje caer. Amadís le deja escapar por socorrer a Oriana. Vuelve con ella al lugar de la escabechina. Allí les espera la Doncella de Dinamarca que ha guardado la espada de Arcaláus: es la espada que le robó a Amadís, la que perteneció a Perión y fue colocada en el arca junto al Doncel del Mar. La doncella se la entrega a Amadís. Llega Gandalín y todos juntos vuelven a Londres. Por la noche acampan en un bosque, junto al río. Gandalín se acerca a un pueblo cercano a por provisiones, aunque antes le recomienda a Amadís que aproveche el momento con Oriana ahora que quedan a solas (¡vaya con el escudero! Claro que si fuera Galaor no se lo tenían que decir dos veces...). La Doncella de Dinamarca, discreta ella, se va a dormir entre unas apartadas y espesas matas. Amadís ya no aguanta más y, después de 35 capítulos y 18 aventuras registradas, consigue mojar esa noche y "convirtió a la doncella en dueña".

1 comentario:

  1. "Amadís ya no aguanta más y, después de 35 capítulos y 18 aventuras registradas, consigue mojar esa noche y "convirtió a la doncella en dueña"."
    ¡Qué manera tan más singular de romper con la seriedad del resto del blog!, maravilloso, me hizo reír muchísimo, junto con la acotación sobre el escudero y Galaor.

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