viernes, 17 de diciembre de 2010

Libro IV, Capítulo 123 (1 de 3)

Cuando Lisuarte estuvo de vuelta en Vindilisora, ordenó a su mujer, a su hija, y a su mayordomo que hicieran los pertinentes preparativos para viajar a la Ínsula Firme. Cuando llegó el momento de partir, decidió hacerlo con muy poco séquito. Entre esos pocos estaban Galvanes y su esposa Madasima. El rey Gasquilán retornó a su patria.
La comitiva real hizo un viaje rápido y sin contratiempos. Cuando llegan a cuatro leguas de su destino, los de la Ínsula Firme deciden salir a su encuentro. Con rapidez se forma un grupo de recepción con todos los caballeros y damas de la Ínsula Firme y salen en busca del grupo de Lisuarte. Ambos grupos se encuentran a mitad de camino, a dos leguas. Lisuarte y Perión se abrazan. Amadís viene detrás con Galaor. Cuando Lisuarte ve a este último, flaco y demacrado tras su enfermedad, las lágrimas llenan sus ojos y le abraza emocionado. Las reinas Brisena y Elisena se saludan a su vez. Luego, Oriana se acerca a su madre. Ambas se abrazan tan emotivamente que casi pierden el conocimiento. Hubieran caído si no las sostienen sus acompañantes. Briolanja y Sardamira también saludan a la reina y a la infanta Leonoreta. Más saludos del resto de damas y caballeros... Después de los innumerables saludos de rigor, todos juntos se dirigen a la capital de la Ínsula Firme. La reina Brisena se asombra y maravilla ante la magnificencia de lo que ve. Ella había supuesto que la Ínsula Firme era un señorío de poca importancia. Lo que ahora contempla la saca de su error. Y una cierta envidia le ensombrece el corazón, pues una corte como aquella desearía para su marido. La apesadumbra el pensamiento de que Amadís la ha conseguido con el único mérito de sus armas y su caballo. Sin embargo, a pesar de tener el corazón turbio, pone buena cara y sonríe a todo el que la saluda. Lisuarte, por su parte, no se separa de Galaor. Oriana ve a Esplandián y queda embelesada. Su madre se lo entrega. Mabilia se acerca y charla con el doncel. Todos se dirigen al palacio.

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