viernes, 22 de enero de 2010

Libro III, Prefacio. Tercera parte.

Gandales y Sadamón regresan a la Ínsula Firme. Se reúnen con Amadís y le informan de sus gestiones. Le hablan de Gasquilán y de su deseo de competir con Amadís. Cuadragante, Brian y otros se mofan entre risas de tan descabellado propósito. Listorán de la Torre Blanca ya le conoce. Amadís le pide que le informe: Listorán le cuenta quienes eran sus padres, como alcanzó su trono, su historial caballeresco. Cuenta como compitieron en un torneo, como se derribaron mutuamente aunque la victoria final fue para Gasquilán, "a los puntos". Llegan los capitanes de las naos: Están dispuestas para zarpar. Embarcan armas, caballos y caballeros. Amadís los despide emocionado. Cuadragante le muestra su pendón: doce doncellas con flores blancas en las manos. Amadís les das consejos de como conducirse y los despide. Con él se quedan Bruneo y Gandales. En la nave de vanguardia van Madasima y Galvanes. Tras siete días de navegación alcanzan las costas de Mongaza, cerca del castillo del Lago Ferviente donde se acantonan más de trescientos caballeros mandados por el Conde Latine y por Galdar de Rascuil. Los de la Ínsula Firme intentan desembarcar en silencio sin que lo adviertan los del castillo. Pero al alba son descubiertos y del castillo salen dos grupos, uno al mando de Latine y el otro por Galdar, y atacan a los de la Ínsula Firme. El conde Latine ataca al grupo donde van Galvanes, Agrajes, Gavarte, Orlandín, Osinán de Borgoña y Mandacil de la Puente de Plata. El de Galdar, al grupo de Florestán, Cuadragante, Brian y Angriote. Se produce uina terrible contienda de lanzas, saetas y piedras, con muchos muertos y heridos. Los del castillo consiguen impedir el desembarco durante varias horas. Florestán está en un batel con Enil y con su primo Amorantes de Salvatierra. En otro están Brián, Comán y Nicorán. En otro Cuadragante con Landín y Orián el Valiente. Angriote está con su hermano Gradovo y su sobrino Sarquiles. Florestán, impaciente, propone lanzarse al agua a caballo y ganar tierra. Los otros le gritan que todavía están muy lejos de la orilla y las aguas son muy profundas, salvo Brian que secunda su decisión. Ambos se arrojan al agua seguidos de sus compañeros. A continuación les imitan Cuadragante y Angriote. Todos juntos luchan en el agua contra innumerables contrarios que les impiden alcanzar la orilla. Dragonís y Palomir, con el agua al cuello, porfían y empujan hasta alcanzar un lugar donde el agua les llega a la cintura. Con gran esfuerzo, los caballeros de la Ínsula Firme consiguen tomar tierra. Galdar, que lo ve, se achanta y ordena el repliegue de sus fuerzas. Es atacado por Florestán y Brian y cae al suelo malherido. Sus hombres le recogen y lo montan en otro caballo. Se retiran y ven que el conde Latine hace lo mismo, porque Agrajes y Galvanes han conseguido tomar su posición. Latine había encerrado en la prisión del castillo a Dandasido, hijo del Gigante Viejo, junto con veinte hombres de la zona, por sospechar que le eran desafectos. Durante la batalla, los carceleros se asoman para contemplarla a las ventanas de la torre. Dandasido y sus compañeros lo aprovechan para escapar. Cogen desprevenidos a los carceleros, los matan y se apoderan de la torre. En la villa, la gente del pueblo llano advierte la toma del castillo y también se sublevan. Latine y Galdar, pillados entre dos frentes, solo aciertan a refugiarse en una casa. Galvanes, Cuadragante y Angriote escoltan a Madasima hasta la villa. Más de cien villanos salen a recibirla y se postran ante ella y su marido. Dandasido también entrega el castillo a Madasima. Ymosil y Agrajes pretenden exterminar a todos los hombres de Lisuarte, pero Cuadragante y Florestán se oponen. Creen que pueden ser útiles como rehenes. Angriote y Gavarte consiguen la rendición de Latine, Galdar y sus hombres.
Al día siguiente llegan noticias del desembarco de Arbán y Gasquilán al mando de tres mil caballeros. Deciden esperarlos en la villa, para descansar y recuperarse de la batalla.

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