lunes, 11 de enero de 2010

Libro II, Capítulo 64, primera parte

Oriana se ha quedado embarazada tras sus escarceos con Amadís. Se lo cuenta a Mabilia y a la Doncella de Dinamarca. Acuerdan ocultar el embarazo y planear el nacimiento para mantenerlo en secreto. Le pide a la Doncella de Dinamarca que se haga pasar por la medre del niño y ésta acepta. Deciden que la Doncella de Dinamarca visite con frecuencia a Adalasta, la abadesa de Miraflores, y cuando Oriana haya parido, la Doncella le llevará el bebé al convento diciendo que es suyo y le pedirá que lo críe.
Lisuarte se reune con Madasima. La amenaza con decapitarla junto con sus doncellas por el incumplimiento del trato por parte de su madre Gromenesa. Madasima se arrodilla pidiendo clemencia e implorando el favor de algún caballero defensor de su causa. Gandandel se opone a concederle el derecho de que un caballero la defienda y aconseja decapitarla de inmediato. Grumedán, por el contrario, le dice al rey que permita que algún caballero la defienda. Anuncia que los caballeros de la Ínsula Firme están de vuelta para ese fin, y que pueden enfrentarse a Gandandel o a sus hijos. Lisuarte pregunta por los caballeros de la Ínsula Firme que van a venir en defensa de Madasima. Grumedán le dice sus nombres. Cuando los oye, Gandandel teme por sus hijos, pues conoce la destreza, el valor y la fortaleza de Florestán, Agrajes, Brián y Galvanes. Se reune con su cuñado Brocadán. Planean convencer al rey Lisuarte de que ejecute a Madasima antes de la llegada de sus valedores. En un cuarto contigüo está Sarquiles, mancebo sobrino de Angriote de Estravaus. Está enamorado de Gadanza, una sobrina de Brocadán, y por esta razón se encuentra escondido en casa del consejero. Oye los planes de los pérfidos cuñados y en cuanto puede parte hacia la corte. Le cuenta las intrigas de tan nefastos consejeros y a continuación parte hacia la Ínsula Firme a reunirse con su tío. Lo encuentra en compañía de Amadís y Bruneo. Están preparando un barco para un próximo viaje de Amadís a la Gaula para visitar a sus padres. Sarquiles les cuenta lo que oyó en casa de Brocadán, lo que confirma las sospechas de Angriote que decide partir con su sobrino para castigar a los inicuos validos por tan nefanda felonía.
Brocadán y Gandandel se reunen con el rey y tratan de convencerle de que ejecute a Madasima antes de la llegada de los caballeros de la Ínsula Firme. Lisuarte, avisado por Sarquiles, se da cuenta del malicioso proceder de ambos consejeros. Rechaza sus consejos y lamenta haber obligado a Amadís a partir de su reino. Brocadán cree que ya no pueden echarse atrás y deben mantenerse firmes en su decisión. Gandandel, dubitativo, ya no sabe que hacer.

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