lunes, 26 de julio de 2010

Libro IV, Capítulo 99

Helisabad llega a la tierra de Grasinda. Se reune con los regentes y les muestra los poderes que trae. Les pide que cumplan las órdenes de Grasinda. Los regentes actúan con diligencia. Para organizar el reclutamiento de hombres y víveres designa a su sobrino Libeo. Así, Helisabad puede partir hacia Constantinopla. El Emperador lo recibe y lee la carta de Amadís donde desvela su identidad como el Caballero de la Verde Espada. El Emperador se queja a Helisabad por no haberle dicho antes quien era el Caballero de la Verde Espada. Helisabad se excusa diciendo que Amadís no mostró su identidad hasta llegar a Gran Bretaña. Le cuenta los gloriosos combates que tuvo allí contra Salustanquidio y sus caballeros romanos, haciéndose llamar El Caballero Griego, y el combate de don Grumedán y sus dos compañeros contra los romanos, y el negocio de Lisuarte con su hija y los romanos, como se la entregó inicuamente. Y como fue rescatada por Amadís y sus fieles amigos...
El Emperador decide ayudar a los de la Ínsula Firme. Su sobrino Gastiles se ofrece para comandar la expedición. El Emperador acepta pero designa al marqués de Saluder para que comande la flota junto a su sobrino.
Helisabad agradece al Emperador por su ayuda y retorna a la tierra de Grasinda.

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