martes, 20 de julio de 2010

Libro IV, Capítulo 97 (4 de 5)

Todos acuden al castillo. Avisada Oriana, envía a Mabilia y Grasinda para recibir a la reina. Ella se queda junto a Sardamira, esperándola, mientras le explica quien es Briolanja.
Cuando la comitiva llega al castillo, todos se abrazan con alegría y emoción. Oriana presenta a Briolanja y Sardamira, que se saludan cortésmente. Oriana agradece a Briolanja su visita. La reina responde que acude en ayuda de Amadís en cuanto Tantales, su mayordomo, le informó de la situación. Está preparando un ejercito para utilizarlo si fuera necesario. mientras tanto ha preferido acudir a la Ínsula Firme para acompañarla. Oriana responde que desea fervientemente que la misión encomendada a Brian y Cuadragante ante su padre haya dado sus frutos y no sea necesario el ejercito de Briolanja. Ésta, que ya conoce el fracaso de la delegación diplomática, se lo calla. Hablan largo rato de cosas más agradables. A la hora de cenar, la Doncella de Dinamarca aconseja a Oriana que permita a Briolanja que se retire, pues vendrá cansada del viaje. Oriana aloja a ella y a sus doncellas en sus propias dependencias. Briolanja pregunta a Oriana sobre Grasinda. Oriana le cuenta su historia, de como vino a la corte de Lisuarte por agradecimiento a Amadís, a quien conoció con el sobrenombre de Caballero de la Verde Espada. Fue ella quien le curó sus heridas tras el combate contra el Endriago. Briolanja se hace el propósito de hablar detenidamente con Grasinda para que le relate todas esas aventuras. Briolanja habla de su admiración y gratitud por Amadís. Oriana le responde que ella está más agradecida y admirada por todo lo que Briolanja ha hecho por Amadís. Envían a la Doncella de Dinamarca a por Grasinda. Mientras siguen charlando y comiendo.

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