jueves, 22 de julio de 2010

Libro IV, capítulo 97 (5 de 5)

Llega Grasinda. Briolanja la abraza con cariño. Le pide que le cuente su relación con Amadís. Grasinda se lo cuenta todo (ver tomo III). Mucho se ríen de las desventuras de Brandasidel cuando se vio obligado a cabalgar de espaldas. Y contó las aventuras de Amadís en Romania y Alemania. Y la batalla que libró con Cuadragante y la del rey de Bohemia y los once caballeros,...Grasinda les confiesa que quedó tan maravillada de sus proezas, tan agradecida de sus favores, tan fascinada por su apostura, que abandonó su ciudad y sus riquezas para seguir a ese caballero sin nombre ni posesiones con la esperanza de casarse con él. Al notar su reticencia, indagó con Gandalín que le confirmó sus sospechas: Amadís amaba a otra. Por esta causa, Grasinda había decidido apartarlo de sus pensamientos. Briolanja responde, jocosa, que Amadís se ha dedicado a romper corazones por doquiera que anduvo...
Y siguieron hablando hasta la hora de dormir. Y cada una se fue a su cama donde descansaron y holgaron.

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