viernes, 16 de julio de 2010

Libro IV, Capítulo 97 (2 de 5)

Tiempo atrás, Briolanja había recuperado su reino gracias a Amadís y Agrajes que mataron al usurpador Abiseos y a sus dos hijos. Quedó con vida el tercer hijo de Abiseos, Trión, que entonces era aún un niño. Trión quedó recluido en el único castillo que le dejaron como herencia de su padre, al cuidado de caballeros fieles a Abiseos. Creció bajo su influencia en el odio a Briolanja y con deseo de recuperar el trono que creía merecer por derecho. Cuando supo de la partida de la reina hacia la Ínsula Firme acompañada por un grupo mínimo de caballeros pobremente armados pensó que su oportunidad había llegado. Fletó dos barcos y con cincuenta caballeros, varios ballesteros y arqueros se lanzó en pos del navío de la reina.
Lo intercepta sin saber que Cuadragante y Brian están a bordo. Briolanja reconoce a Trión y les dice a los caballeros insulofirmeños que se trata de su peor enemigo. Los caballeros se ofrecen para organizar la defensa de la nave. Trión dispone sus naves para que ataquen el navío real por ambos costados. Cuadragante defenderá el costado que va a atacar el barco que lleva a Trión. Brian con la mitad de las fuerzas reales defenderá el otro costado del ataque de la segunda nave. Cuadragante dice a sus hombres que no impidan el abordaje de Trión.
Las naves de Trión atacan simultáneamente el navío de Briolanja. Es una dura e intensa acometida. Trión, soberbio y ansioso de victoria, piensa que va a lograr una fácil victoria. Cree que va a encontrar una débil resistencia. Aborda la nave sin recelo. En ese momento Cuadragante y sus hombres se muestran. Trión lo reconoce de inmediato, pero no evita el combate directo. Se dan grandes golpes, las chispas saltan por doquier,... pero Cuadragante, más alto y fuerte, de un golpe le arrebata la espada y Trión cae de rodillas. Cuadragante ordena que lo apresen. la lucha continúa. Mata al primer asaltante que se topa de un espadazo en la cabeza. El resto de enemigos se percatan de la situación y tratan de volver a su barco. Pocos alcanzan la nave, muchos mueren ahogados. Al poco rato, Cuadragante y sus hombres han despejado la cubierta. Envía parte de sus fuerzas en apoyo de Brian que ha abordado la otra nao. Con la llegada de los refuerzos acaban con la resistencia con rapidez y Brian se apodera del barco.
Avisan a Briolanja de la victoria.

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