jueves, 15 de abril de 2010

Libro III, Capítulo 75 (3 de 3)

Amadís y sus compañero encuentran pronto a Angriote, que está a punto de luchar contra cuatro caballeros. Amadís, con la armadura de Bruneo, se une al combate. Del primer lanzazo derriba y mata al primer caballero que resulta ser Brandasidel. Angriote se defiende de los otros. Amadís se revuelve contra ellos. Angriote derriba a uno y Amadís mata a otro a espadazos. El cuarto huye perseguido por Amadís. El huido cae en el río cuando intenta cruzarlo y muere ahogado. Amadís vuelve con Angriote que aún piensa que es Bruneo. Amadís se da a conocer. Se abrazan emocionados. Uno de los agresores todavía vive. Amadís lo interroga, espada en mano. Angriote lo reconoce como uno de los tres que marcharon con Bruneo con la excusa de rescatar a una hermana suya. Angriote se había quedado con un caballero viejo que le había alojado y que tenía a su hijo preso. Angriote se quedó para liberarlo. Los tres caballeros felones aprovecharon que quedaron solos con Bruneo para traicionarlo y dejarlo por muerto. Luego Angriote había decapitado a los otros dos cuando los encontró jactándose de su felonía. Amadís le pregunta por el motivo de su traición. El caballero vencido cuenta el odio de Brandasidel por el CVE desde que éste lo humilló ante Grasinda. Cuando supo que Bruneo y Angriote eran sus amigos y que iban en su busca, decidió matarlos. Amadís le perdona la vida al felón.
Recogen los caballos y retornan a la villa. Angriote le cuenta las nuevas de la corte de Lisuarte. Le habla del nuevo doncel de grandes aptitudes recién llegado a la corte. Le habla de su extraño origen, de su edad, 12 años, y de que sirve a Oriana junto con el hijo de Angriote, Ambor de Gandel. Angriote compara a ambos muchachos y declara con pesar que su hijo pierde en la comparación porque es perezoso. Amadís le consuela. Dice que es muy pronto para valorar la capacidad de su hijo. Le propone tomarlo como escudero para formarlo mejor como caballero andante. Así, Gandalín podría ascender a caballero, que ya lleva tiempo congelado en el escalafón. Angriote acepta la propuesta agradecido.
Angriote le cuenta que durante sus andanzas han conocido la aventura del Endriago y le pide detalles. Amadís le remite a Gandalín y Helisabad. Llegan a la villa y visitan a Bruneo, todavía en el lecho del dolor. Curan a Angriote de una grave herida en la pierna. Amadís les cuenta sus planes de acompañar a Grasinda a Gran Bretaña. Deciden volver todos juntos, una vez recuperados. Un domingo de mayo, todos embarcan con destino a Gran Bretaña.

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