martes, 24 de agosto de 2010

Libro IV, Capítulo 105 (3 de 4)

Mientras Perión habla con Oriana, Grasandor y Agrajes hacen lo mismo con Sardamira, Briolanja, Olinda y el resto de las damas. Grasandor se maravilla de la belleza de Oriana y de las otras mujeres, pero queda prendado de Mabilia nada más verla. Y se enamora. Grasandor es un joven caballero que apenas ha salido de Bohemia. Le pide a Agrajes informes sobre las damas, en especial de Mabilia. Agrajes le cuenta sonriendo que se trata de su propia hermana, la mujer de mejor talante que conoce y la más digna de ser amada. Grasandor calla íntimamente arrebolado.
Briolanja le dice a Agrajes que quiere hablar con él y con Cuadragante y Brian. Agrajes envía a un sirviente en busca de los dos caballeros. Cuando llegan, los tres se reunen con Briolanja. La reina les pide consejo sobre el destino de Trión, hijo del usurpador Abiseos. Por un lado, cree que merece un castigo por su traición, pero por otro, Briolanja se siente obligado a protegerle, quizás porque ha sido mal aconsejado desde su infancia. Brian le recomienda clemencia. Los otros dos están de acuerdo. Briolanja hace traer a Trión, que llega humilde y pacífico. Briolanja le recuerda la traición de su padre y la que él mismo ha cometido. Por otro lado, ella dice que tiene en cuenta su inexperta juventud, los malos consejeros que ha sufrido y los lazos de sangre (Briolanja y Trión son primos). La reina, antes de tomar una decisión sobre él, quiere saber cuales son sus intenciones. Trión reconoce que ella es la legítima reina de Sobradisa y le pide perdón por su alevosa traición. Se ofrece para ser su más leal vasallo. Briolanja le perdona y le deja libre. Trión se hinca de rodillas y le besa las manos. De ahora en adelante, será el caballero más leal a Briolanja de toda Sobradisa.

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