lunes, 26 de octubre de 2009

Libro II, Capítulo 46

Gandalín y Durín deciden seguir a Amadís. Ysenjo, por su parte, regresa a la Ínsula Firme. Gandalín y su compañero terminan por encontrar a Amadís y lo espían entre el follaje. Le oyen lamentarse y llorar y como habla solo de Oriana, del rey Perión , de Gandales, de Angriote, del rey Abiés y de Guillán El Cuidador.
Al poco pasa por ahí un caballero que va cantando alegre sus amores con la reina Sardamira y otros más recientes con la mismísima Oriana. Al oírlo, Gandalín se acerca a Amadís y le incita a luchar con el caballero. Amadís, al principio reticente, accede a combatir con él. Coge sus armas y su caballo, se acerca al caballero, le reta y le vence. Luego se acerca a Durín y le dice que regrese y le cuente a Mabilia y a la Doncella de Dinamarca sus cuitas y su desesperación. A Gandalín le permite que se quede con él pero le ordena que no le estorbe y que le devuelva la espada al caballero vencido.

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