domingo, 25 de octubre de 2009

Libro II, Capítulo 45

Durín llega a Sobradisa cuando Amadís y sus compañeros ya han abandonado el reino. Les sigue el rastro hasta encontrarlos en la Ínsula Firme. Llega a tiempo de ver a Amadís bajo el Arco de los Enamorados y como consigue entrar en la cámara encantada y convertirse en Señor de la Ínsula Firme. Finalizados los homenajes y agasajos, le entrega la carta. Amadís tras leerla, rompe a llorar desconsolado. Luego, en secreto, abandona la isla acompañado de Ysenjo, Gandalín y Durín. Llegan a una ermita junto a un bosque. Amadís reza un poco y luego llama a Ysenjo y ante él, le cede el Señorío de la Ínsula Firme a Gandalín. Le pide a Ysenjo que funde un monasterio de 30 monjes junto a la ermita del bosque. Gandalín no quiere la isla, pero Amadís insiste y además le cede sus armas para que Galaor le arme caballero. Le pide que transmita a su hermano todo el cariño que le tiene y además le cede a Galaor al enano Ardián para que le sirva. Se despide con brevedad y de forma súbita monta en su caballo abandonando sus armas y cabalga hacia el bosque. Desaparece en él antes que sus amigos puedan reaccionar.
Amadís llega a un arroyuelo, descabalga y se tumba en un prado llorando sin parar hasta quedar rendido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario