Galaor y Florestán curan sus heridas en el castillo de Corisanda. Una vez repuestos parten para reunirse con Amadís. Florestán le pide a Galaor que, si surge la oportunidad, le deje pelear a él primero. Galaor lo acepta. Pasan la noche en casa de un caballero taciturno. Galaor le pregunta por la causa de su tristeza. El huésped se niega a desvelarla. Al día siguiente, el mohíno caballero les conduce hasta la Fuente de los Tres Olmos. Allí encuentran a tres doncellas y, cerca, a un enano subido a un árbol. Florestán habla con las doncellas. Una le pregunta si es capaz de sacarla de ese lugar. Florestán asiente y la monta en un palafrén. Al verlo, el enano comienza a gritar alarmado. A sus voces acude un caballero que se enfrenta a Florestán. El amante de Corisanda lo derriba fácilmente y le obliga a rendirse y a que libere a la doncella. El vencido consiente y Florestán se lleva a la doncella. La segunda doncella también le pide ayuda. Florestán la monta en otro palafrén y, de nuevo, el enano lanza gritos de alarma. Aparece un segundo caballero y Florestán vuelve a luchar contra él. En el primer encuentro Florestán falla su golpe y el caballero rompe su lanza en el escudo de su rival. En el segundo encuentro Florestán lo derriba. El caballero queda tendido en el suelo como muerto y Florestán se lleva a la segunda doncella. Luego repara en la tercera doncella, triste y solitaria, y también se ofrece a llevarla. Ella le advierte que el caballero que la guarda es mucho más temible que los otros dos, pero Florestán no se arredra y la recoge. El enano grita de nuevo. Sale el tercer caballero que lleva armas partidas en oro, montado en un caballo bayo y acompañado por dos hombres armados con hachas. Tras una esforzada pugna, Florestán le vence y le mata.
El melancólico huésped se acerca y le dice a Florestán que está enamorado de la tercera doncella y que ella le corresponde. Le cuenta que había sido raptada por el caballero muerto. Le pide que se la entregue. Florestán lo hace gustoso. Galaor se apropia del caballo bayo. Florestán se queda con la primera doncella y le cede la segunda a Galaor. Por la noche, en casa de la hermana del huésped, disfrutan de ambas doncellas. Al día siguiente llevan a las doncellas a casa de una tía suya. Por el camino les cuentan la historia de la Fuente de los Tres Olmos: El tercer caballero se llamaba Alumas y era primo de Dardán el Soberbio. Se enamoró de la tercera doncella, pero ésta estaba enamorada del huésped. La raptó (causa de la pesadumbre del triste caballero) y para ganar su amor le prometió realizar grandes hazañas. También le dijo que quería matar a Amadís, pues él había matado a Dardán. Raptó a las otras dos doncellas para que hicieran compañía a su amada y trajo a dos amigos para que le ayudaran en su guarda y custodia. Cada día las sacaban a la fuente para incitar al combate a otros caballeros. Llevaban así un año, siempre victoriosos, hasta que llegó Florestán.
Dejan a las doncellas en casa de su tía y siguen camino hacia Sobradisa. Cuando llegan, la disputa con Abiseos ha concluido. Llegan a la capital y van al palacio real. Se reunen con Amadís y Agrajes. Amadís al conocer a Florestán, su nuevo medio-hermano, lo abraza llorando de emoción.
Y CON ESTA TIERNA ESCENA ACABA EL PRIMER LIBRO DE "AMADÍS DE GAULA"
El melancólico huésped se acerca y le dice a Florestán que está enamorado de la tercera doncella y que ella le corresponde. Le cuenta que había sido raptada por el caballero muerto. Le pide que se la entregue. Florestán lo hace gustoso. Galaor se apropia del caballo bayo. Florestán se queda con la primera doncella y le cede la segunda a Galaor. Por la noche, en casa de la hermana del huésped, disfrutan de ambas doncellas. Al día siguiente llevan a las doncellas a casa de una tía suya. Por el camino les cuentan la historia de la Fuente de los Tres Olmos: El tercer caballero se llamaba Alumas y era primo de Dardán el Soberbio. Se enamoró de la tercera doncella, pero ésta estaba enamorada del huésped. La raptó (causa de la pesadumbre del triste caballero) y para ganar su amor le prometió realizar grandes hazañas. También le dijo que quería matar a Amadís, pues él había matado a Dardán. Raptó a las otras dos doncellas para que hicieran compañía a su amada y trajo a dos amigos para que le ayudaran en su guarda y custodia. Cada día las sacaban a la fuente para incitar al combate a otros caballeros. Llevaban así un año, siempre victoriosos, hasta que llegó Florestán.
Dejan a las doncellas en casa de su tía y siguen camino hacia Sobradisa. Cuando llegan, la disputa con Abiseos ha concluido. Llegan a la capital y van al palacio real. Se reunen con Amadís y Agrajes. Amadís al conocer a Florestán, su nuevo medio-hermano, lo abraza llorando de emoción.
Y CON ESTA TIERNA ESCENA ACABA EL PRIMER LIBRO DE "AMADÍS DE GAULA"