viernes, 30 de julio de 2010

Libro IV, Capítulo 103

Landín, sobrino de Cuadragante, llega a irlanda y se reune en secreto con la reina. Ésta, aunque sabía que Amadís había matado en combate a Abiés de Irlanda, considera que es mejor reparar males actuales que antiguos. Habla con gente de confianza para que ayuden a Cuadragante sin que se entere su esposo, el rey Cildadán. Su intención es destruir a Lisuarte y así liberar a Irlanda del yugo de Gran Bretaña.
En los siguiente capítulos se hablan de las gestiones de los enviados de Lisuarte.

jueves, 29 de julio de 2010

Libro IV, Capítulo 102

Ysanjo llega a Bohemia y se reune con el rey Tafinor que recibe con alegría las noticias sobre Amadís. Tafinor llama a su hijo Grasandor. Le recuerda que están obligados con el Caballero de la Verde Espada que tanto les favoreció en su conflicto contra Roma. Le muestra la carta donde Amadís desvela su identidad y les pide ayuda. Grasandor, entusiasmado, le pide permiso a su padre para acudir de inmediato junto a veinte caballeros escogidos y unirse a los caballeros de la Ínsula Firme. El conde Galtines se encargará de conducir el ejercito que Tafinor prepare en ayuda de Amadís. Tafinor, aunque prefiere que su hijo no se arriesgue, está obligado a devolver el favor a Amadís, y le permite que se marche con los veinte caballeros. Grasandor selecciona a sus compañeros y parten de inmediato.

miércoles, 28 de julio de 2010

Libro IV, Capítulo 101

Lasindo, escudero de Bruneo, llega a su destino. Le reciben el Marqués y Branfil, padre y hermano respectivamente de su amo. Branfil lamenta no haber participado en la batalla del rescate de Oriana. Le pide a su padre que acceda a la demanda de Bruneo y que le envíe ayuda a Amadís. El marqués acepta. Permite que Branfil se reuna con los caballeros de la Ínsula Firme y prepara una flota con numerosos hombres bien armados para enviarla en apoyo de Amadís.

..........................................

(Este capítulo es cortísimo. El resumen me ha salido más largo......)

martes, 27 de julio de 2010

Libro IV, Capítulo 100

Gandalín llega a Gaula. Se reune con Perión y le plantea la situación. Perión responde que Amadís cuenta con todo su apoyo. Galaor se encuentra allí, convaleciente de una enfermedad. Perión le dice a Gandalín que no le cuente nada del asunto. Norandel, hijo de Lisuarte, está también allí, visitando al enfermo Galaor. Perión también le dice a Gandalín que no le cuente nada, que ya se encargará él mismo de decírselo en el momento oportuno.
Gandalín visita a Galaor para contarle noticias de su hermano, pero a instancias de Perión, no le cuenta nada del conflicto con Lisuarte. Galaor lo recibe en el lecho del dolor, enfermo, flaco y demacrado. Le pregunta emocionado por Amadís. Gandalín le cuenta sus aventuras por Romania y le dice que su hermano desconoce la enfermedad de Galaor. Si lo supiera, le faltaría tiempo para venir a verlo. Norandel saluda a Gandalín y también pregunta por Amadís.
Llega Perión. Se lleva a Norandel y, en un aparte, le aconseja que regrese raudo a Gran Bretaña, pues sospecha que su padre lo necesita. Le pide que no diga nada a Galaor para no perjudicar su recuperación. Esta acción de Perión tiene un doble objetivo: enviar a Norandel junto a Lisuarte en un momento de necesidad y evitar que Norandel vea como prepara hombres y armas en ayuda de Amadís. Norandel se despide de Galaor diciéndole que se va en busca de aventuras para mejorar su currículo caballeril. Galaor, que se siente muy enfermo, lamenta no poder acompañarle, pero le desea lo mejor.
Norandel se despide de Perión, de su esposa y de su hija. Todos hacen los mismo expresándole sus mejores deseos. Norandel parte a Gran Bretaña y llega sin novedad. Se presenta ante su padre, el rey Lisuarte. Todos le reciben con alegría.

lunes, 26 de julio de 2010

Libro IV, Capítulo 99

Helisabad llega a la tierra de Grasinda. Se reune con los regentes y les muestra los poderes que trae. Les pide que cumplan las órdenes de Grasinda. Los regentes actúan con diligencia. Para organizar el reclutamiento de hombres y víveres designa a su sobrino Libeo. Así, Helisabad puede partir hacia Constantinopla. El Emperador lo recibe y lee la carta de Amadís donde desvela su identidad como el Caballero de la Verde Espada. El Emperador se queja a Helisabad por no haberle dicho antes quien era el Caballero de la Verde Espada. Helisabad se excusa diciendo que Amadís no mostró su identidad hasta llegar a Gran Bretaña. Le cuenta los gloriosos combates que tuvo allí contra Salustanquidio y sus caballeros romanos, haciéndose llamar El Caballero Griego, y el combate de don Grumedán y sus dos compañeros contra los romanos, y el negocio de Lisuarte con su hija y los romanos, como se la entregó inicuamente. Y como fue rescatada por Amadís y sus fieles amigos...
El Emperador decide ayudar a los de la Ínsula Firme. Su sobrino Gastiles se ofrece para comandar la expedición. El Emperador acepta pero designa al marqués de Saluder para que comande la flota junto a su sobrino.
Helisabad agradece al Emperador por su ayuda y retorna a la tierra de Grasinda.

domingo, 25 de julio de 2010

Libro IV, Capítulo 98

Al día siguiente se celebra una reunión de todos los caballeros de la Ínsula Firme. Después de oír misa, escuchan el relato de Brian y Cuadragante acerca del resultado de su misión diplomática. Ambos caballeros detallan el paupérrimo resultado de sus gestiones.
Agrajes toma la palabra. Por respeto a Oriana ha esperado al resultado de la misión diplomática. Pero ahora que Lisuarte ha rechazado la paz, se siente libre para expresar su opinión: prefiere la guerra a una paz engañosa que los coloque en situación de ser traicionados por Lisuarte. Todos los caballeros están de acuerdo con Agrajes.
Amadís, aunque su intención era mantener el bienestar de su amada por encima de todo, también se muestra de acuerdo con su primo.
Habla Angriote: él no es tan partidario de la confrontación, pero se pliega ante la mayoría.
Se levanta la sesión y acuerdan poner en guardia a toda su gente.

jueves, 22 de julio de 2010

Libro IV, capítulo 97 (5 de 5)

Llega Grasinda. Briolanja la abraza con cariño. Le pide que le cuente su relación con Amadís. Grasinda se lo cuenta todo (ver tomo III). Mucho se ríen de las desventuras de Brandasidel cuando se vio obligado a cabalgar de espaldas. Y contó las aventuras de Amadís en Romania y Alemania. Y la batalla que libró con Cuadragante y la del rey de Bohemia y los once caballeros,...Grasinda les confiesa que quedó tan maravillada de sus proezas, tan agradecida de sus favores, tan fascinada por su apostura, que abandonó su ciudad y sus riquezas para seguir a ese caballero sin nombre ni posesiones con la esperanza de casarse con él. Al notar su reticencia, indagó con Gandalín que le confirmó sus sospechas: Amadís amaba a otra. Por esta causa, Grasinda había decidido apartarlo de sus pensamientos. Briolanja responde, jocosa, que Amadís se ha dedicado a romper corazones por doquiera que anduvo...
Y siguieron hablando hasta la hora de dormir. Y cada una se fue a su cama donde descansaron y holgaron.

martes, 20 de julio de 2010

Libro IV, Capítulo 97 (4 de 5)

Todos acuden al castillo. Avisada Oriana, envía a Mabilia y Grasinda para recibir a la reina. Ella se queda junto a Sardamira, esperándola, mientras le explica quien es Briolanja.
Cuando la comitiva llega al castillo, todos se abrazan con alegría y emoción. Oriana presenta a Briolanja y Sardamira, que se saludan cortésmente. Oriana agradece a Briolanja su visita. La reina responde que acude en ayuda de Amadís en cuanto Tantales, su mayordomo, le informó de la situación. Está preparando un ejercito para utilizarlo si fuera necesario. mientras tanto ha preferido acudir a la Ínsula Firme para acompañarla. Oriana responde que desea fervientemente que la misión encomendada a Brian y Cuadragante ante su padre haya dado sus frutos y no sea necesario el ejercito de Briolanja. Ésta, que ya conoce el fracaso de la delegación diplomática, se lo calla. Hablan largo rato de cosas más agradables. A la hora de cenar, la Doncella de Dinamarca aconseja a Oriana que permita a Briolanja que se retire, pues vendrá cansada del viaje. Oriana aloja a ella y a sus doncellas en sus propias dependencias. Briolanja pregunta a Oriana sobre Grasinda. Oriana le cuenta su historia, de como vino a la corte de Lisuarte por agradecimiento a Amadís, a quien conoció con el sobrenombre de Caballero de la Verde Espada. Fue ella quien le curó sus heridas tras el combate contra el Endriago. Briolanja se hace el propósito de hablar detenidamente con Grasinda para que le relate todas esas aventuras. Briolanja habla de su admiración y gratitud por Amadís. Oriana le responde que ella está más agradecida y admirada por todo lo que Briolanja ha hecho por Amadís. Envían a la Doncella de Dinamarca a por Grasinda. Mientras siguen charlando y comiendo.

Glosario: Letra R

Reina de Dacia: (cap 121) Cuando su marido muere, traicionado por su yerno (el duque de Suecia), reclama la ayuda de los caballeros insulofirmeños. Además de su hija, la duquesa, tiene dos hijos varones más pequeños.

Rey de Dacia: (cap 121) Su yerno, el duque de Suecia, le tiende una celada y lo mata con el objetivo de usurpar su trono.

domingo, 18 de julio de 2010

Libro IV, Capítulo 97 (3 de 5)

Briolanja sale a cubierta y ve a Trión prisionero. Agradece la inestimable ayuda de Cuadragante y sus hombres. Cuadragante le pregunta por el destino que le reserva a Trión. Éste se postra de rodillas ante la reina e implora su perdón. Briolanja, noble y generosa, le perdona la vida, pero ordena que lo encierren en una cámara. Brian viene herido: una saeta le ha atravesado escudo y brazo. Briolanja lo cura con presteza. La nave de Trión consigue escapar. Briolanja y sus amigos continúan viaje hacia la Ínsula Firme, ya sin contratiempos.
Amadís y sus amigos habían salido a holgar paseando por una vega cerca del castillo. Ven como se acercan barcos a la isla. Se dirigen al puerto y se topan con los escuderos de Brian y Cuadragante que les anuncian su llegada. Todos se reunen alegremente en la orilla del mar. Brian comenta, alegre, a Amadís el rico botín que traen. Amadís le ruega que se lo muestre. Brian envía una barca al navío donde monta Briolanja para desembarcar. Todos quieren besarle la mano, pero ella se niega, y reparte abrazos a diestro y siniestro. El abrazo a Amadís es el más largo y emotivo, pues no lo veía desde Fenusa, tras la batalla entre Lisuarte y Cildadán. Aunque ya no alberga esperanzas de casamiento con él, todavía sigue muy enamorada. Amadís le dice que su presencia va a ser motivo de alegría para Oriana y para todos los caballeros de la Ínsula Firme. Briolanja le responde que cuando recibió su carta, le faltó tiempo para embarcarse y reunirse con ellos.

viernes, 16 de julio de 2010

Libro IV, Capítulo 97 (2 de 5)

Tiempo atrás, Briolanja había recuperado su reino gracias a Amadís y Agrajes que mataron al usurpador Abiseos y a sus dos hijos. Quedó con vida el tercer hijo de Abiseos, Trión, que entonces era aún un niño. Trión quedó recluido en el único castillo que le dejaron como herencia de su padre, al cuidado de caballeros fieles a Abiseos. Creció bajo su influencia en el odio a Briolanja y con deseo de recuperar el trono que creía merecer por derecho. Cuando supo de la partida de la reina hacia la Ínsula Firme acompañada por un grupo mínimo de caballeros pobremente armados pensó que su oportunidad había llegado. Fletó dos barcos y con cincuenta caballeros, varios ballesteros y arqueros se lanzó en pos del navío de la reina.
Lo intercepta sin saber que Cuadragante y Brian están a bordo. Briolanja reconoce a Trión y les dice a los caballeros insulofirmeños que se trata de su peor enemigo. Los caballeros se ofrecen para organizar la defensa de la nave. Trión dispone sus naves para que ataquen el navío real por ambos costados. Cuadragante defenderá el costado que va a atacar el barco que lleva a Trión. Brian con la mitad de las fuerzas reales defenderá el otro costado del ataque de la segunda nave. Cuadragante dice a sus hombres que no impidan el abordaje de Trión.
Las naves de Trión atacan simultáneamente el navío de Briolanja. Es una dura e intensa acometida. Trión, soberbio y ansioso de victoria, piensa que va a lograr una fácil victoria. Cree que va a encontrar una débil resistencia. Aborda la nave sin recelo. En ese momento Cuadragante y sus hombres se muestran. Trión lo reconoce de inmediato, pero no evita el combate directo. Se dan grandes golpes, las chispas saltan por doquier,... pero Cuadragante, más alto y fuerte, de un golpe le arrebata la espada y Trión cae de rodillas. Cuadragante ordena que lo apresen. la lucha continúa. Mata al primer asaltante que se topa de un espadazo en la cabeza. El resto de enemigos se percatan de la situación y tratan de volver a su barco. Pocos alcanzan la nave, muchos mueren ahogados. Al poco rato, Cuadragante y sus hombres han despejado la cubierta. Envía parte de sus fuerzas en apoyo de Brian que ha abordado la otra nao. Con la llegada de los refuerzos acaban con la resistencia con rapidez y Brian se apodera del barco.
Avisan a Briolanja de la victoria.

miércoles, 14 de julio de 2010

Libro IV, Capítulo 97 (1 de 5)

Cuadragante y Brian retornan a la Ínsula Firme. Una tormenta les alcanza y pierden el gobierno de su nave. Cuando la tormenta pasa, descubren que le ha desplazado hasta las cercanías de Sobradisa, el reino de Briolanja. Retoman el rumbo hacia la Ínsula Firme, pero al poco tiempo ven que se acerca un gran navío ricamente engalanado, lleno de caballeros y doncellas. Envían a un escudero en un batel para saber quien viaja en ese barco. Los ocupantes del navío le dicen al escudero que viajan con la reina Briolanja hacia la Ínsula Firme. El escudero les dice que ellos tienen el mismo destino y retorna a su nave para informar a sus amos. La noticia alegra a Cuadragante y Brian y ordenan que su nave se acerque al navío de Briolanja. Los ocupantes del navío reconocen a los caballeros de la Ínsula Firme y avisan a su reina. Briolanja ya sabia por su mayordomo Tantiles de la misión que los había llevado ante Lisuarte. Los caballeros insulofirmeños llegan al navío y se postran ante Briolanja para besarle la mano. La reina no lo permite, los hace levantarse y los abraza cordialmente. Les dice cuanto se alegra de verlos. Les pregunta como han llegado hasta allí. Ellos le cuentan sus peripecias en la corte de Lisuarte y como la tormenta les ha desviado de su rumbo y les ha llevado junto a ella. Briolanja también sufrió la tormenta, pero su navío, más grande y poderoso, de fuertes maromas y pesadas anclas, había resistido sus embates sin gran quebranto. Les dice que ya conocía su misión diplomática gracias a Tantiles. Le había encargado que reclutara un ejercito para ayudar a la Ínsula Firme. Ahora lo ha dejado al gobierno de Sobradisa y Briolanja viaja a la Ínsula Firme para acompañar a Oriana en su destierro. Ahora que la fortuna les ha reunido deciden hacer el viaje juntos. Los caballeros insulofirmeños se aposentan en el navío de la reina.

martes, 13 de julio de 2010

Libro IV, Capítulo 96

Lisuarte se reune con Grumedán, Arbán y Guilán. Les pide consejo sobre lo que debe hacer en el conflicto con la Ínsula Firme. Reconoce que le han infligido un gran menoscabo y su orgullo exige una reparación satisfactoria. Arbán, sensato y leal, sabe que Lisuarte no tiene intención de hacer las paces con los insulofirmeños, pero le recuerda que los caballeros de la Ínsula Firme son fuertes, bravos y poderosos, como le demostraron cuando le servían, que su fama ha atraído a la flor y nata de la caballería de toda Europa incrementando su poderío. Por otra parte, le recuerda al rey que nunca hasta este momento se había encontrado tan desasistido de buenos caballeros, ya que los más nobles y fuertes se han ido con Amadís. Ahora están expuestos a sufrir los ataques de los enemigos de Gran Bretaña, antes frenados por la presencia de Amadís y sus amigos. Por último, le dice que le corresponde a Roma antes que a Lisuarte responder al supuesto agravio. Lisuarte acepta su consejo y decide enviar a Guilán a Roma. Llevará un mensaje para el Emperador: Lisuarte le entregó a su hija en contra de sus naturales. Por el camino, Amadís y los suyos asaltaron la comitiva y se llevaron a su hija a la Ínsula Firme. Ahora le toca a Roma responder a la afrenta. Lisuarte esperará la respuesta romana antes de actuar.
Guilán parte hacia Roma.
Lisuarte habla con Brandoibas y lo envía a la Ínsula Mongaza para que Galvanes envíe su ejercito en su ayuda, y que luego se dirija a Irlanda para pedir el auxilio del rey Cildadán. Con la misma misión, envía a Finispinel a Suecia, para que hable con el rey Gasquilán. Envía otros mensajeros en busca de más aliados. Manda acaparar armas y caballos por todo el reino.
.....................................
Arcaláus el Encantador, durante todo este tiempo, ha permanecido refugiado en sus castillos, rumiando su venganza contra Lisuarte y Amadís y meditando sus maléficos planes. Cuando le llegan las noticias del enfrentamiento entre Amadís y Lisuarte, cree que ha llegado su oportunidad, la hora de la revancha. Decide reclutar un tercer ejercito que luchará contra el mermado bando que venza en la confrontación Lisuarte-Amadís. Así obtendrá una fácil victoria y una venganza tanto sobre Lisuarte como sobre Amadís. Parte en busca de aliados: le explica sus planes al rey Arábigo y lo convence. Luego visita a Barsiñán hijo. Le propone que se una a él para vengar las muertes de su padre y de su hermano Gandalot. Barsiñán hijo acepta. Arcaláus también consigue el apoyo del rey de la Profunda Ínsula y de los familiares de Dardán el Soberbio.